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El cáncer de mama tiene un impacto muy negativo sobre la calidad de vida de las pacientes. De hecho, cuando se las compara con las mujeres de su misma edad y estado socioeconómico pero sin la enfermedad la percepción de una peor calidad de vida es muy superior tanto en la esfera física –65% frente a un 31%– como en la mental –37% frente a un 22%–. Así lo muestra un estudio promovido por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y publicado en la revista ‘Scientific Reports‘.

Como explica la doctora Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología y coautora de la investigación, “la originalidad de este estudio radica en la comparación de las pacientes con dos grupos de referencia, por una parte las mujeres de la población general y por otra las mujeres del grupo control, que han contestado el mismo cuestionario, en su mayor parte son amigas, compañeras de trabajo o vecinas de las mismas pacientes. Nuestro trabajo pone de manifiesto la importancia del apoyo social para mantener una buena salud emocional”.

Percepciones

El estudio, desarrollado gracias a la financiación de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), miembro de Somos Pacientes, y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), tuvo por objetivo analizar la percepción de la calidad de vida de mujeres con y sin cáncer de mama y edades entre los 18 en los 70 años en ocho ámbitos diferentes: función física, salud mental, vida social, dolor, salud general, vitalidad, y limitaciones en la vida diaria derivadas de la condición física o emocional.

Entre otros resultados, el estudio muestra que las pacientes tienen una probabilidad hasta cinco veces mayor de presentar algún grado de distrés emocional que las mujeres sin la enfermedad. De hecho, y mientras que el porcentaje de mujeres con distrés psicológico se estableció en un 23,6% en el grupo control, en el caso de las pacientes diagnosticadas se elevó a un 54,4%.

Asimismo, y por lo que respecta a los factores que se asocian a una peor calidad de vida, la insatisfacción con el apoyo social percibido, asociado con una peor calidad de vida emocional, es común a las mujeres con y sin cáncer de mama. También un nivel de estudios más alto, si bien en este caso asociado con una mejor calidad de vida en el ámbito físico. Por el contrario, el tener hijos se relacionó con una peor calidad de vida mental únicamente en las pacientes oncológicas.

Como concluye el doctor Miguel Martín, presidente del GEICAM, “los resultados de este análisis ponen de manifiesto el impacto emocional que el diagnóstico de cáncer de mama supone y pueden ayudar a diseñar intervenciones adaptadas a las características de cada paciente, para así dar respuesta a sus necesidades psicosociales de forma individual y a lo largo de todo el tratamiento y el proceso de la enfermedad».

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’?

– A día de hoy, 27 asociaciones de pacientes dedicadas al cáncer de mama son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?