La Confederación Gallega de Personas con Discapacidad Física (COGAMI) dedica a la economía social el mes de junio de su campaña ‘12 Llaves de la Inclusión’, iniciativa puesta en marcha en el marco de su 30 aniversario para concienciar a la población sobre los derechos básicos y fundamentales que tienen todas las personas.

Como destaca COGAMI, “la economía social, que según datos oficiales representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia, es un ejemplo de compromiso con las personas, con el cuidado del medio ambiente, con la responsabilidad social y con la generación de un valor que se comparte con el resto de la sociedad”.

Los Centros Especiales de Empleo (CEE) sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es el fomento del empleo de personas con discapacidad, constituyen un claro ejemplo de economía social. De hecho, y de no ser por estas iniciativas empresariales con un mínimo del 70% de la plantilla con discapacidad reconocida, la inserción en el mercado laboral ordinario resultaría mucho más compleja.

Como explica Anxo Queiruga, presidente de COGAMI, “los CEE de iniciativa social suponen una oportunidad laboral que no siempre oferta la empresa ordinaria a personas con discapacidad y que nos permite más autonomía y trazar un proyecto de vida como cualquier otra persona. La economía social está centrada en la persona, no en los beneficios, generando trabajo más estable y de mejor calidad”.

En este contexto, Galicia acoge un total de 32 CEE asociados a la Asociación Empresarial Gallega de Centros Especiales de Empleo Sin Ánimo de Lucro (Cegasal) y en los que trabajan más de 1.500 personas, de las que 663 lo hacen en alguno de los 11 centros promovidos por COGAMI. Y de manera similar a como ha sucedido en la mayoría de empresas, la pandemia ha tenido un impacto muy negativo en los CEE, teniendo en algunos casos que paralizar o reducir temporalmente la actividad tras la declaración del estado de alarma y, en otros, adoptar el teletrabajo para continuar prestando sus servicios.

Por ello, indica la Confederación, “solicitamos a las administraciones un firme compromiso con la economía social mediante la adopción de medidas para paliar las consecuencias y favorecer la recuperación. Asimismo, pedimos que se cumpla con la ley de contratación pública y que las administraciones reserven la carga de trabajo que especifica la norma para los CEE de iniciativa social sin ánimo de lucro”.

No en vano, el colectivo de personas con discapacidad fue el más afectado durante la crisis económica de 2008, llegando a duplicarse su tasa de desempleo. Y como concluye Anxo Queiruga, “fueron los CEE de iniciativa social los que mantuvieron la mayoría del empleo de las personas con discapacidad”.

– A día de hoy, 95 asociaciones de pacientes dedicadas a la discapacidad y a la dependencia son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?