La pandemia ha tenido un impacto muy negativo sobre los derechos de las personas con discapacidad. Así lo muestra el informe ‘Derechos Humanos y Discapacidad’ correspondiente a 2020 del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), miembro de Somos Pacientes, en el que se documenta cómo la crisis ha socavado los derechos de mayor valor y entidad del colectivo.
El documento, ya en su decimotercera edición, es elaborado cada año por el CERMI como mecanismo independiente de seguimiento del cumplimiento en nuestro país de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas.
Como informa el Comité, éste “se nutre de hechos reales de discriminación hacia personas con discapacidad, en diferentes esferas, y que han sido documentadas en las asesorías jurídicas de nuestro movimiento asociativo. Se pone rostro a la exclusión cotidiana que vive la discapacidad, porque la discriminación no es un concepto abstracto y se concreta en vidas de mujeres y hombres a los que se les niegan derechos contemplados en las leyes españolas”.
Derecho a la vida
La pandemia ha socavado el derecho a la vida de las personas con discapacidad, causando miles de víctimas mortales y muchas más enfermas y con secuelas, en una proporción muy superior a la que correspondería al peso social de este grupo poblacional.
Asimismo, como denuncia el CERMI, “también ha socavado el derecho a la salud, a la asistencia sanitaria sin discriminaciones ni exclusiones por motivos bastardos, que ha sido de los más laminados durante esta crisis. Denegaciones de atención, selección en función de las características de la persona enferma, rechazando a quienes por presentar una discapacidad o tener una edad avanzada se consideraba que su vida era de inferior valor frente a otras más aventajadas”.
Y también ha mermado el derecho a la información y a la comunicación, con medios y canales, incluidos algunos públicos, que emitían mensajes no accesibles, sin posibilidad por tanto de llegar a su contenido, sobre cuestiones de primera importancia para la ciudadanía, práctica que dejaba a muchas personas con discapacidad al margen, desorientadas y en permanente duda sobre cómo actuar.
Es más; como concluye el Comité, “la pandemia no ha socavado solo derechos, sino también situaciones sociales, como la soledad no deseada o la pobreza y la exclusión, que se han recrudecido, pues la fragilidad previa de estas personas era muy acusada, y ahora, con la pandemia, se ha convertido en extrema”.
Para leer el informe clica aquí.
– A día de hoy, 98 asociaciones de pacientes dedicadas a la discapacidad y a la dependencia son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?