La formación del paciente, la mejora en la comunicación entre éste y el profesional sanitario y la digitalización son elementos esenciales a la hora de aumentar las tasas de adherencia y cumplimiento terapéutico. Esta fue la principal conclusión del último de los tres coloquios incluidos en la novena Jornada Somos Pacientes, centrada en esta ocasión en el papel del paciente en la vida del medicamento.

Este tercer diálogo, titulado ‘Participación del paciente en el uso adecuado del medicamento‘, fue moderado por Emili Esteve, director del Departamento Técnico de Farmaindustria, y en él participaron Mariano Pastor, presidente de FENAER (Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias); Laura Aliaga, coordinadora del Grupo de Trabajo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen); Ana Herranz, vocal de Farmacia Hospitalaria del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, y Jesús Vázquez, director general de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Mariano Pastor comenzó su intervención destacando que, en términos generales, en nuestro país se utilizan adecuadamente los medicamentos, «aunque es evidente que esto no se produce en todos los casos» y «hay un notable margen de mejora». En este sentido, Laura Aliaga consideró que «estamos en el buen camino, pues tanto los pacientes como los profesionales somos conscientes de que tenemos un problema en relación con la adherencia terapéutica. Y eso lleva a que desde ambos ámbitos estemos haciendo esfuerzos por mejorar la situación».

Desde el punto de vista de la farmacia, Ana Herranz recordó que a menudo los medicamentos no curan, pero logran cronificar determinadas enfermedades, mejorando la esperanza y calidad de vida del paciente, «por lo que conseguir un buen cumplimiento terapéutico es un reto en el que tenemos que poner todos nuestros esfuerzos».

Tras resaltar que los estudios indican que la falta de adherencia puede llegar a producirse en el 40% de los tratamientos, Jesús Vázquez destacó el papel clave que tienen tanto la atención primaria como las oficinas de farmacia de cara a mejorar el cumplimiento terapéutico.

«Mejorar la comunicación entre pacientes y profesionales, mejorar el acceso y el seguimiento y potenciar la tecnología y la digitalización son piezas fundamentales para lograr mejores niveles de adherencia», resaltó Laura Aliaga. En este sentido todos coincidieron en valorar el impacto que ha tenido la pandemia en la introducción de la tecnología. Jesús Vázquez destacó que durante la crisis «se han potenciado las e-consultas, consultas no presenciales que se han convertido en una herramienta enormemente eficaz. Entre todos hemos conseguido que viaje el problema, no el usuario» y recordó que en en torno al 54% de los pacientes madrileños son crónicos, «cuyo seguimiento mejora sustancialmente con la digitalización».

A preguntas del moderador, los participantes acotaron otros ámbitos relevantes para lograr mejorar las tasas de adherencia y cumplimiento. Para Mariano Pastor es importante que el paciente se forme y participe en el proceso diagnóstico y que se simplifiquen los tratamientos siempre que sea posible. «Es obvio que cuanto más sencillo es el tratamiento mucho mejor es su cumplimiento», afirmó antes de resaltar el papel de las asociaciones de pacientes también en este campo. «La divulgación y formación son cuestiones prioritarias pues un paciente formado se siente más comprometido y es mucho más adherente a su tratamiento», concluyó.

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–¿Quieres ver completo el primer debate, dedicado a la participación del paciente en la investigación, y el segundo, centrado en su papel en la evaluación del medicamento?

Esta novena Jornada Somos Pacientes concluyó con el acto de entrega de la séptima edición de los Premios Somos Pacientes, que han reconocido las actividades y proyectos más destacados puestos en marcha por las asociaciones en el último año.

Somos Pacientes es una iniciativa participativa, social y sin ánimo de lucro de la Fundación Farmaindustria que reúne a día de hoy a 1.932 organizaciones de pacientes, personas con discapacidad, familiares y cuidadores, una activa comunidad que comparte objetivos, información y servicios.