Hoy sábado, 18 de febrero, se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una efeméride impulsada desde el año 2006 por asociaciones de todo el planeta con el objetivo de informar a la sociedad sobre la realidad y necesidades de las personas afectadas por este trastorno del espectro autista (TEA) cuya prevalencia se estima en 3-7 casos por cada 1.000 nacidos, y de sus familiares.

La fecha escogida para la celebración conmemora el nacimiento, en 1906 de Hans Asperger, psiquiatra vienés que definiera por primera vez en el año 1944 este trastorno grave del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológica en el procesamiento de la información.

Este Día Internacional se celebrará en nuestro país bajo el lema ‘Comprometidos con el presente y el futuro de las personas con Asperger y sus familias’, a la sazón título del Manifiesto con el que la Confederación Asperger España (CONFAE) denuncia el rechazo que, con demasiada frecuencia, muestra la sociedad hacia el colectivo por su forma diferente de pensar, sentir y actuar.

El síndrome, explica la CONFAE, “se caracteriza por determinadas dificultades en la utilización del lenguaje, en la comunicación y relación con otras personas, y en la existencia de una gama restrictiva de intereses y actividades. Es un trastorno del espectro del autismo (TEA) en el que el cociente intelectual es completamente normal, y con los apoyos adecuados podemos alcanzar una formación académica y un nivel de empleo similar al del resto de personas. Aportamos, además, una extraordinaria memoria y motivación para obtener resultados cuando las condiciones del entorno son claras y predecibles”.

En los últimos años se han logrado importantes avances no solo en la visibilidad del colectivo, sino también la investigación y el tratamiento del síndrome. Sin embargo, “a pesar de que empezamos a salir de una larga crisis sanitaria, seguimos viendo estancados y con escasos avances nuestros derechos básicos. Todavía el peso de la atención recae directamente en nuestras familias y en un movimiento asociativo que cuenta con recursos exiguos y extremadamente limitados”, alerta la Confederación.

Por ello, el tejido asociativo reclama a la sociedad, y muy especialmente a las administraciones públicas, mayores esfuerzos y el compromiso para garantizar los apoyos que precisan las personas afectadas por el síndrome de Asperger y por otros TEA de elevado funcionamiento.

No en vano, “nuestra identidad y naturaleza diferentes no pueden ser de ninguna manera una excusa para dejar de lado a uno de los sectores más débiles y sensibles de la sociedad –apunta la CONFAE–, aislándonos del resto y relegándonos al vagón de cola en nuestras legítimas aspiraciones sociales”.

Por todo ello, y con motivo de este Día Internacional, “invitamos a todos a acercarse a conocernos, a saber cómo vivimos, cómo nos esforzamos diariamente por superar nuestras limitaciones, y a buscar juntos nuevas formas de aprovechar nuestras capacidades, esas divercapacidades originales, creativas y especiales que son nuestra seña de identidad”.

Para leer el Manifiesto pincha aquí.

Movimiento asociativo

Con motivo de esta efeméride, las asociaciones de nuestro país desarrollarán numerosas actividades para informar y concienciar sobre el síndrome. Así, la Confederación Asperger España (CONFAE) organizó en la mañana de ayer viernes en Madrid su acto institucional por este Día Internacional.

Por su parte, la Confederación Autismo España celebró el pasado jueves también en Madrid la jornada ‘Empoderamiento y participación activa en la sociedad de las personas con síndrome de Asperger’, encuentro enmarcado en su campaña ‘Haz espacio a las personas con síndrome de Asperger’ para visibilizar y reivindicar los derechos de las personas con TEA sin discapacidad intelectual asociada ni dificultades en aspectos formales del lenguaje.

Como recuerda Autismo España, “las personas con síndrome de Asperger tienen sueños e ilusiones, habilidades y capacidades, ganas de demostrar de lo que son capaces. Pero deben hacer muchos esfuerzos cada día para encajar en entornos inflexibles que no se adaptan a sus características y necesidades. La sociedad debe reconocer y atender las necesidades específicas del colectivo para que pueda demostrar su talento y sus capacidades, garantizando así su derecho a participar en la sociedad en igualdad de condiciones”.

– A día de hoy, seis asociaciones dedicadas al síndrome de Asperger ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?