Guía de Confederación ASPACE

Transición a la alimentación sólida en la parálisis cerebral

Publicado el por Somos Pacientes

La Confederación Española de Federaciones y Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral y Afines (Confederación ASPACE), miembro de Somos Pacientes, ha publicado ‘Transición a la alimentación sólida’, guía con pautas y recomendaciones para ayudar a las personas con parálisis cerebral, sus familiares y los profesionales en este proceso de transición y desmentir mitos relacionados con la alimentación y la deglución.

Pilar Raigal, responsable de Alimentación y Deglución de Confederación ASPACE y coordinadora de la guía, explica que “este documento va a ayudar a profesionales y familias a liberarse de los miedos y tabús que existen en relación a la transición a la alimentación sólida, consiguiendo que el comer sea un acto seguro, placentero y eficaz”.

Tras su alumbramiento, los niños comienzan alimentándose con leche materna o de fórmula, complementándose esta dieta con la introducción de nuevos alimentos durante el crecimiento, primero en formato puré y, progresivamente, alimentos más sólidos. Un proceso que en el caso de los menores con parálisis cerebral es supervisado por familiares y profesionales, a los que les pueden surgir numerosas dudas en relación con la consecución de la alimentación sólida en los casos en que resulte posible.

De ahí la importancia del nuevo documento, elaborado con la participación de 11 profesionales de 10 entidades que conforman la Red de Alimentación del Movimiento ASPACE y en el que se recogen aspectos básicos de la deglución, así como otros más elaborados, caso de los componentes sensitivos y adaptaciones a la alimentación; y se aborda la fisionomía del menor hasta el desarrollo motor, dando importancia a los aspectos sensoriales y psicológicos como elementos prioritarios de una alimentación eficaz y segura, englobando todo el proceso en un entorno adaptado, personalizado y social.

Así, y entre otros contenidos, la guía ofrece recomendaciones que indican si el menor está preparado para iniciarse en la alimentación con sólidos, caso por ejemplo de si puede mantener la cabeza erguida y es capaz de girarse a ambos lados, o de si puede mantenerse sentado solo o con ayuda; pautas a tener en cuenta cuando se inicia la alimentación sólida, como usar cantidades muy pequeñas o no mezclar alimentos; los objetivos a alcanzar con la introducción a la alimentación sólida, como enseñar al menor a distinguir sabores, colores, texturas y temperaturas diferentes, y herramientas para fomentar la aceptación de nuevos alimentos y desarrollar hábitos de alimentación saludable.

Para descargar la guía, totalmente gratuita, pincha aquí.

– A día de hoy, 98 asociaciones dedicadas a la discapacidad y a la dependencia ya son miembros de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?