Estudio de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica
El impacto de la descoordinación sociosanitaria
El 75% de las personas con discapacidad física y orgánica no reciben de forma frecuente y continua los servicios sanitarios y sociales que necesitan. Una situación que se acentúa aún más en el caso de las mujeres con discapacidad (80%). Así lo muestran los resultados del ‘Estudio sobre los factores condicionantes de la coordinación sociosanitaria para la autonomía personal de las personas con discapacidad física y orgánica en España’, realizado por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), miembro de Somos Pacientes.
Alejandro Fernández, responsable del Área de Cohesión Social y Coordinación Sociosanitaria de COCEMFE, explica que “con este estudio planteamos la coordinación sociosanitaria como una propuesta orientada a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad física y orgánica, con un abordaje estructural que va desde las políticas públicas hasta los niveles más concretos de intervención directa, pasando por los segmentos de coordinación, planificación, gestión y despliegue de las políticas”.
Entre otros resultados, el estudio, llevado a cabo con la participación de más de 800 personas con discapacidad física y orgánica, miembros del movimiento asociativo de COCEMFE, gestores, profesionales de la sanidad pública y de los servicios sociales, y expertos, muestra que las actuales carencias en los servicios públicos obligan a la mayoría de las personas con discapacidad física y orgánica a recurrir a entidades privadas para poder disponer de los servicios, tratamientos o productos que necesitan, provocando unos sobrecostes mensuales superiores a los 50 euros mensuales para el 81,6% de las personas del colectivo. De hecho, este sobrecoste es de 50-200 euros en el 44% de los casos y superior a los 200 euros en el 37,3%.
Asimismo, el estudio identifica el acceso a una información compartida y la interoperabilidad de los sistemas de información como una de las vías para evitar solapamientos, interrupciones, demoras o, incluso, errores en la prestación de servicios. Y es que hasta un 62% de los profesionales sanitarios y sociales reconoce que la dificultad más común es la escasa comunicación existente entre el sistema social y sanitario al depender de administraciones diferentes, seguida de la falta de historial compartido (49%) y de la carencia de sistemas tecnológicos (46%).
El resultado de esta descoordinación de itinerarios y de las dificultades en el acceso simultáneo a servicios sociales y sanitarios es una falta de calidad en la atención. Y es que según los propios profesionales, solo se presta una atención de calidad a las personas con discapacidad en un 35,2% de los casos.
Por su parte, el 34% de las personas con discapacidad no han visto coordinación entre los profesionales sanitarios y sociales que les han atendido; el 51,9% nunca han contado con una persona de referencia para resolver sus dudas; el 38% no ha podido agrupar las citas en un mismo día y horarios; y para el 29,3% su historial personal es desconocido cuando acceden a nuevos servicios.
Ante esta realidad, COCEMFE reclama una reducción de la demora en la atención, mejorar el acceso a la información sobre los recursos y servicios, una mayor coordinación entre profesionales y servicios dentro y entre los sistemas social y sanitario, una mejora de la accesibilidad de los servicios sociales y sanitarios en un sentido amplio, y un mayor desarrollo y despliegue de servicios clave para la autonomía personal de las personas con discapacidad.
Para consultar el estudio pincha aquí.
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