Desde el inicio de 2024, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) tiene en funcionamiento la campaña ’12 meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’, dedicando mayo a la tiroides aprovechando su Día Mundial, que se celebra el 25 de mayo. En este sentido, sus portavoces han destacado los avances terapéuticos ya aprobados para el tratamiento del cáncer de tiroides, basados en la medicina de precisión, y han reclamado mayores apoyos para mejorar su acceso.

«Los pacientes con cánceres avanzados de tiroides hasta hace poco no disponían de ninguna oportunidad terapéutica y, aunque todavía todos los tumores no se pueden curar, se ha avanzado mucho en este sentido», asegura Carles Zafón, coordinador del Área de Tiroides de la SEEN. Éste destaca que se ha avanzado en el conocimiento de las alteraciones genéticas que determinan el cáncer y que están surgiendo tratamientos específicos.

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Las principales novedades se basan en terapias oncológicas dirigidas a las células del tumor, mucho más efectivas y con menores efectos secundarios, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. Esto incluye fármacos para dianas moleculares específicas indicados para aquellos casos en los que el pronóstico del tumor es desfavorable.

Nuevas oportunidades

Por otra parte, Zafón cree que la accesibilidad a este tipo de terapias debería ser más ágil y que los pacientes que pueden beneficiarse de ellas no pierdan oportunidades ni tiempo en los trámites. «El tiempo que trascurre entre la aprobación del fármaco y su disponibilidad en la práctica médica es excesivo y, generalmente, las causas de este problema están en los procesos burocráticos, así como en las negociaciones económicas necesarias para la aprobación de su uso”, asegura.

Hay que tener en cuenta que el cáncer de tiroides es el quinto más común entre las mujeres y representa el 2% de todos los cánceres. Es más frecuente en personas entre los 35 y los 55 años, aunque puede presentarse a cualquier edad.

Se trata de un tumor que no provoca síntomas evidentes, y su diagnóstico suele realizarse a partir del estudio de una tumoración en la zona del cuello detectada por el propio paciente o, en muchas ocasiones, como un hallazgo casual cuando se realiza una prueba de imagen (TAC, ecografía, etc.). El más frecuente es el carcinoma papilar, que representa más del 80% de este tipo de tumores. Y en relación al pronóstico, la supervivencia suele ser favorable con un porcentaje bajo de casos que no pueden curarse.