En España, no hace tanto que las personas con un trastorno mental se veían recluidas en Hospitales Psiquiátricos, los llamados “manicomios”, o al cuidado de unos familiares que no recibían ningún tipo de apoyo ni formación para realizar esta tarea. Las enfermedades mentales se consideraban casi como una maldición crónica, y la atención se centraba en controlar los síntomas de las personas diagnosticadas, no en buscar su recuperación.
Para superar esta situación, el 6 de abril de abril de 1983, tres asociaciones de Álava, Murcia y Valencia fundaron la primera plataforma estatal en defensa de las asociaciones de personas con enfermedad mental y sus familias. Después de 30 años, este movimiento agrupa a 290 entidades repartidas por todo el país, y cuenta con una base social de 45 mil personas.
Hoy la atención en salud mental no tiene nada que ver con las viejas instituciones psiquiátricas. “Hemos avanzado mucho en estos 30 años, pero nadie nos ha regalado nada”, sostiene el presidente de la entidad. Para José María Sánchez Monge, detrás de cada derecho reconocido a este colectivo está el trabajo de las asociaciones.
Sin embargo, en estos momentos desde FEAFES muestran una “enorme preocupación” porque la crisis económica “está poniendo en peligro muchos de los avances conseguidos en los últimos años”. En concreto, según FEAFES, los recortes presupuestarios están afectando principalmente a la red pública de atención, a los apoyos previstos en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, así como provocando retrasos en los pagos de la Administraciones Públicas a sus entidades.
Pero quizás el principal problema del cerca de un millón de personas con trastorno mental que viven en España no tiene que ver con la economía, sino con los prejuicios. “En estos 30 años hemos tratado de derribar el muro del estigma que aún rodea a las enfermedades mentales. Hemos conseguido abrir huecos en ese muro, pero todavía se produce una situación de discriminación generalizada a nuestro colectivo”, denuncia Sánchez Monge.
Unidos por la Salud Mental
Para conmemorar este aniversario, la entidad ha elegido el lema “FEAFES, 30 años unidos por la Salud Mental”. Con él, pretenden reflejar la necesidad de unión para conseguir mejoras, tanto “entre personas con trastorno mental, familiares y profesionales” como “entre las distintas entidades del ámbito de la Salud Mental, la Discapacidad y las Administraciones Públicas”.
“Si algo hemos aprendido en FEAFES durante toda nuestra trayectoria es que sólo se pueden superar los retos sumando fuerzas”, afirma el presidente de la entidad. Fruto de ese espíritu colaborador, FEAFES ha tenido voz en la redacción de los principales avances normativos que afectan al colectivo que representa, y se ha convertido en una entidad de referencia en los ámbitos de la Salud Mental y la Discapacidad.
De cara al futuro, FEAFES se plantea no sólo garantizar el derecho a atención en Salud Mental, sino que estos trastornos pasen a ser vistos como cualquier otro problema de salud. “Queremos que mañana sea una realidad el lema de una vieja campaña que decía: Todos somos parte del tratamiento de una enfermedad mental”.