Con motivo de la conmemoración del Día Europeo de los Derechos de los Pacientes, la CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE FAMILIAS DE PERSONAS SORDAS-FIAPAS quiere destacar que, para hacer efectivo el derecho fundamental a la salud, es necesario garantizar el derecho a la información.
Madrid, 18 de abril 2024.- En el marco del Día Europeo de los Derechos de los Pacientes, instaurado en 2007 con el fin de mejorar en Europa y en cada Estado miembro los principios recogidos en la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes (2002), la Confederación Española de Familias de Personas Sordas-FIAPAS quiere destacar que para hacer efectivo el derecho fundamental a la salud, es necesario garantizar el derecho a la información, ya que en muchas ocasiones las personas con sordera no pueden ejercerlo por la falta de accesibilidad auditiva en los espacios y servicios de atención sanitaria.
Derecho a la información
El titular del derecho a la información es el propio paciente. Todo paciente tiene derecho a conocer la información disponible sobre cualquier indicación y actuación relacionada con su salud, ya sea en consulta como en la realización de pruebas diagnósticas, en los servicios de Urgencias o en situación de hospitalización. Y debe poder hacerlo con privacidad, seguridad y autonomía.
En el caso de las personas con sordera no siempre es fácil ejercer estos derechos [1]. . A pesar de que muchas personas sordas se benefician de la información que reciben gracias a sus prótesis auditivas, en condiciones de ruido y distancia, suelen tener dificultades para percibir y entender el mensaje hablado, tanto de forma presencial en relación directa con el personal sanitario y facultativo, como cuando se trata de avisos transmitidos por megafonía u otros dispositivos electrónicos frecuentes en consultas y recintos hospitalarios.
Asimismo, los pacientes tienen derecho a la información precisa sobre los servicios disponibles, su calidad y los requisitos para acceder a ellos. Para ello es necesario que dichos servicios se den a conocer a través de canales y formatos accesibles.
Telemedicina
Por otra parte, además de la accesibilidad en la atención presencial, es necesario asegurar la accesibilidad en la atención y comunicación no presencial (online, telefónica…) a las personas sordas que no pueden hacer un uso convencional del teléfono o de otro tipo de dispositivo a distancia, de manera que éstas pueden acceder a la información vía texto, con la privacidad necesaria y sin intermediarios, especialmente tratándose de una materia tan sensible como es la salud.
Accesibilidad auditiva, ejemplo de buenas prácticas
Como ejemplo de buena práctica, FIAPAS, en colaboración con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Servicio Madrileño de Salud, ha puesto en marcha una iniciativa con el objetivo de facilitar la accesibilidad auditiva, a la información y a la comunicación en la atención sanitaria a las personas con sordera usuarias de prótesis auditivas que pueden beneficiarse del servicio de préstamo de bucles magnéticos, cuando éstas acuden a consultas externas, a los servicios de Urgencias, a tratamientos ambulatorios, a la realización de pruebas o durante un ingreso hospitalario.
Gracias a los bucles magnéticos que se han puesto a su disposición en cuatro hospitales en Madrid, las personas sordas usuarias de audífonos y/o implantes auditivos pueden utilizarlos durante la interacción con los diferentes profesionales en el ámbito sanitario para facilitar la comunicación y recibir la atención sanitaria personal y privadamente.
[1] En España hay 1.230.000 personas con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado. De ellas, más del 97% utiliza la lengua oral para comunicarse. Según el INE, 27.300 personas son las que emplean la lengua de signos.
(Encuesta Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia, 2020-INE)
La presbiacusia afecta aproximadamente al 30% de la población entre los 65 -70 años, alcanzando al 80% de la población por encima de los 75 años. Debido a la contaminación acústica y el estilo de vida, se está provocando un incremento de estos problemas de audición propios de la edad en otras más precoces, en torno a los 50 años.
(Sociedad Española de ORL)
El 11,3% de la población tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal. (Estudio Eurotrak en España 2020)