La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) se suma a la campaña de la OMS y aprovecha este Día Mundial para hacer un llamamiento al Ministerio de Sanidad y a las Consejerías de Salud de todas las Comunidades Autónomas para que establezcan una base de datos integrada en el Sistema Nacional de Salud que recoja los resultados de la aplicación del Programa de Detección Precoz de la sordera infantil en todo el Estado y, a partir de la información obtenida, documentar la epidemiología y  orientar la planificación de políticas públicas destinadas a promover la plena inclusión de las personas con sordera.

Según la OMS, solo el 38% de la población mundial tiene acceso a programas de detección precoz de la sordera. La mayor parte de ellos se encuentran en los países desarrollados. Y España es un país referente en esta materia por la implantación de su Programa de Detección Precoz de la hipoacusia infantil, aprobado en 2003 para todo el Estado, que funciona con una alta tasa de eficacia1

Sin embargo, en la actualidad no existe una fuente donde los organismos públicos que lo requieran puedan informarse de datos básicos, como pudiera ser la incidencia de la hipoacusia congénita detectada en un periodo concreto en España o su prevalencia, para poder prever y poner en marcha las políticas públicas de atención sanitaria, educativa y social necesarias, dirigidas a las personas sordas y sus familias e indispensables, en el caso de los menores, para minimizar el impacto de la pérdida de audición en la adquisición del lenguaje y en el desarrollo infantil, en sus logros educativos y su bienestar socioemocional. 

En este mismo sentido, la Federación Europea de Padres de Niños con Discapacidad Auditiva (FEPEDA), de la que FIAPAS forma parte, y la Coalición Mundial de Padres de Niños Sordos o con Discapacidad Auditiva, en la que participa la FEPEDA, han aprovechado la celebración del Día Mundial de la Audición para solicitar a los gobiernos de todo el mundo que integren en sus sistemas sanitarios los programas de detección precoz de la sordera infantil, incorporando a las familias como parte de los mismos.

Importancia de la detección precoz de las pérdidas de audición a cualquier edad2 

Del mismo modo, la detección precoz de sorderas sobrevenidas entre los jóvenes y en la edad adulta merecen una respuesta activa desde la Sanidad para prevenir el impacto de la pérdida de audición sobre la salud, así como en el plano personal sobre su inclusión educativa, laboral y social. En el caso de las sorderas en las personas mayores, es fundamental promover un envejecimiento saludable evitando el aislamiento, el deterioro cognitivo por falta de información y motivación para la interacción y la comunicación con el entorno, que llega a poner en peligro el cuidado de su salud (entre otros, mayor probabilidad de desarrollar de demencias y de sufrir desorientación espacial y caídas).

1Conforme a datos de consenso internacional en países con una sanidad desarrollada, corroborados sobre población española en base a algún estudio llevado a cabo en la década de los noventa, se estima que uno de cada mil recién nacidos en España tiene una sordera profunda y que cinco de cada mil presentan una sordera de distinto grado. Estos datos se traducen en 2.500 recién nacidos cada año con una pérdida de audición, de los que 500 tienen una sordera profunda

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  • El 50 % de adolescentes y jóvenes entre 12 y 35 años de edad en los países más desarrollados están en riesgo de presentar una pérdida de audición por su sobrexposición al ruido en contextos recreativos. (Organización Mundial de la Salud). 
  • La presbiacusia afecta aproximadamente al 30 % de la población entre los 65-70 años, alcanzando al 80 % de la población por encima de los 75 años. Debido a la contaminación acústica y el estilo de vida, se está provocando un incremento de estos problemas de audición propios de la edad en otras más precoces, en torno a los 50 años. (Sociedad Española de Otorrinolaringología). 
  • Una de cada mil personas de la población general adquiere sordera a lo largo de su vida. 
  • El 8 % de la población tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal.