Víctor Martín González es Doctor por la Universidad de Valencia, con tesis apto «cum laude» desde el año 1996. Especialista en ginecología y obstetricia por el Hospital Clínico Universitario de Valencia. Posee el Diploma en oncología ginecológica por la Universidad Literaria de Valencia. «Clinical fellow» en colposcopia, patología cervical y oncología en el South Manchester University Hospital foundation trust. Wythenshawe Hospital. Inglaterra.

Pertenece a la unidad de ginecología oncológica del Hospital Clínico Universitario de Valencia, la cual dirige desde el año 2003. Desarrolla su actividad privada en Hospital Quirón Valencia, como jefe de servicio y de la unidad de oncología ginecológica.

En primer lugar, nos gustaría que definiera exactamente la figura del ginecólogo oncólogo. ¿Cuál es su cometido y hasta qué punto está reconocida esta figura en España?

Es el ginecólogo especializado en tratar el cáncer femenino (vulva, vagina, cérvix, endometrio y ovario). La subespecialidad no está reconocida oficialmente como tal en España, y ahí radica el problema de que las pacientes caigan a veces en manos que no son las más adecuadas ni las más expertas.

Nos gustaría realizar un ejercicio práctico con usted; imagínese que a una mujer le diagnostican cáncer de ovario y va a someterse a su primera cirugía. ¿Qué pasos debería dar?

Asesorarse muy bien de quién es el que la va a operar, si realmente posee experiencia suficiente en el tratamiento de este tipo de cánceres, si realmente se dedica a la oncología ginecológica. En ocasiones puede resultar difícil para la paciente que acaba de recibir esta noticia centrarse en todas estas cuestiones, por eso me parece fundamental la existencia de asociaciones como ASACO, que las puede orientar de una forma muy profesional en estos temas.

¿Existen suficientes centros hospitalarios con los profesionales adecuados para poder tratar el cáncer de ovario? ¿Cuáles son los requisitos que debe reunir un centro para ello? ¿Qué tipo de profesionales hacen falta?

En la Comunidad Valenciana son varios los centros públicos preparados para poder enfrentarse a este tipo de patología, así como también algún centro privado. En cuanto a los requisitos, es sencillo, todo centro que pretenda manejar este tipo de cáncer, en primer lugar, debería tener una experiencia suficiente en cuanto a número de casos, así como una unidad multidisciplinar formada por ginecólogos oncólogos, cirujanos, oncólogos médicos, radiólogos y anatomopatólogos , donde se discutiera de forma individualizada cada caso en concreto.

Recientemente, la Agencia Española del Medicamento ha dado su aprobación al primer tratamiento personalizado para hacer frente al cáncer de ovario. ¿Qué supone para ustedes este avance? ¿Por qué se denomina así y qué diferencia supone respecto al tratamiento habitual con quimioterapia?

Parece un tratamiento prometedor que  conduce de forma significativa a un discreto pero evidente alargamiento en la supervivencia de pacientes con cáncer de ovario. Es personalizado porque sólo puede aplicarse a pacientes con mutaciones BRCA 1 y BRCA 2 en las que la enfermedad vuelve a recaer tras un tratamiento previo, y parece que se han demostrado prolongaciones de supervivencia de hasta 6-7 meses.

Esta nueva linea de tratamiento exige conocer si una paciente tiene la mutación de BRACA 1 y BRACA2. ¿Que significa tiene  a la hora de hacer una prueba genética? ¿Deberian todas las mujeres, independientemente de la edad y el tipo de cáncer de ovario hacerse y/o solicitar a su médico la prueba genética?

Soy de la opinión que dicha prueba genética debería realizarse a todas las mujeres independientemente de los antecedentes familiares y de si han tenido ya cáncer de ovario o no, otro tema es que las autoridades sanitarias piensen lo mismo y se ofrezca de forma rutinaria en la cartera de servicios de la seguridad social.

Entendemos que Olaparib es un inhibidor de una enzima denominada PARP y que está implicada en la reparación de algún fragmento del ADN de nuestras células que ha roto o esta defectuoso.   Las personas que tienen una mutación en las genes BRCA 1 y 2 normalmente tienen este defecto por la cual olaparib esta indicado. En cambio, si no se tiene esta mutación, ¿puede Olaparib puede aportar beneficios?

En principio, olaparib sólo se ha aprobado para mujeres con cáncer epitelial de ovario, BRCA + y en las cuales se ha producido una recaída de la enfermedad después de tratamientos quimioterápicos convencionales , de momento se desconoce su posible beneficio en otro tipo de pacientes, aunque podría existir, siempre que se demuestre en estudios de investigación futuros.

En España se diagnostican aproximadamente 3000 casos de cáncer de ovario anuales; muchos de ellos, en estadios avanzados. ¿Cuál cree que es la razón principal para que no haya un diagnóstico previo? ¿Considera que hay falta de concienciación en la sociedad? Sabiendo que no hay, a día de hoy, prevención, ¿cuáles son las recomendaciones básicas para cualquier mujer?

No existe a fecha de hoy  ningún método de screening que haya demostrado una disminución en la mortalidad por cáncer de ovario. No sirven las determinaciones de marcadores tumorales, no sirven las ecografías, no sirven las combinaciones de ambos métodos, no sirve la revisión anual en el ginecólogo…

Tenemos que seguir concienciando a las mujeres para la consulta precoz ante síntomas como la sensación de hinchazón abdominal persistente, el dolor abdominal… , y seguir explorando métodos de screening que puedan demostrar ser eficaces en la disminución de la mortalidad.

¿Cree que la inversión en investigación en España en relación al cáncer de ovario y ginecológico es suficiente?

Evidentemente no, no sólo en el cáncer de ovario sino en otros muchos tipos de cánceres

 ¿Qué le pediría actualmente a las instituciones públicas para avanzar y hacer frente al cáncer de ovario y ginecológico?

La batalla del diagnóstico precoz está perdida, de momento. Por lo tanto sí deberíamos potenciar el tratamiento y manejo de los casos ya diagnosticados en centros de referencia con experiencia en el tratamiento del cáncer de ovario, y en ningún otro sitio. Esto sí tendría un impacto en el aumento de la supervivencia.

La cirugía exhaustiva de la carcinomatosis peritoneal con quimioterapia-hipertermia (HIPEC) es un tema muy controvertido que ha generado mucho debate. ¿Qué opina al respecto?

Pues efectivamente, existe mucho debate. No existe suficiente evidencia científica en la actualidad que demuestre que el HIPEC mejore la supervivencia en pacientes con cáncer de ovario, aunque parece una técnica muy esperanzadora. En la actualidad, sólo la cirugía primaria realizada en centros preparados y por profesionales especializados, seguida de quimioterapia (intraperitoneal, intravenosa o combinada, según el caso) ha demostrado conseguir las mejores tasas de supervivencia.