¿Cómo te diagnosticaron el cáncer?

En mayo de 2014 comenzaron las primeras molestias abdominales, al acudir al médico de cabecera, ésta me recetó un fármaco para los gases, la situación no remitía y poco a poco mi abdomen fue hinchándose causado por una ascitis (líquido suelto intra abdominal), acudí a urgencias del hospital, allí tras hacerme exploración y placas, me mandaron a casa, diagnosticando que eran ‘nervios’ y ‘estrés post vacacional’. Supongo que debido a mi corta edad (30 años), descartaron cualquier otro posible diagnóstico. No conforme con el diagnóstico recibido, consulté una segunda opinión en otro hospital, donde me diagnósticaron ‘quiste funcional’ en el ovario derecho, y el líquido que había generado mi cuerpo lo iría absorbiendo a lo largo de 2 o 3 meses. Finalmente, con una hinchazón abdominal que en lugar de remitir, aumentaba cada vez más imposibilitándome la capacidad de ingerir ni siquiera agua, volví al hospital y allí tras vaciarme 8 litros de volumen (entre aire y líquido), me dejaron ingresada.

El 13 de Septiembre de 2014, me diagnostican por fin, ‘Cáncer de Ovarios’.

¿Cómo te encuentras ahora?

Tras tres intervenciones quirúrgicas de alto riesgo, 6 sesiones de quimioterapia y la necesidad imperiosa de poner mi vida en orden, hoy puedo decir que me siento más viva que nunca. Me encuentro clínicamente bien. Aprendiendo a vivir a mis 30 años con la tediosa menopausia y sus efectos, y disfrutando cada segundo de mi nueva vida.

 ¿Cuál es la canción que te anima, que te motiva, que te da fuerzas cuando acecha el fantasma del cáncer?

‘A cualquier otra parte’ de Dorian.

¿Qué libro recomendarías a cualquier afectada por cáncer de ovario?

Durante los primeros meses me resultó imposible leer hasta el prospecto de los medicamentos, mi cabeza estaba completamente bloqueada. Luego el cuerpo te va pidiendo que recicles tus ideas y pensamientos. A mi me vino muy bien leer novela romántica para distraerme, y ahora con la mente más asentada, busco como mejorar mi calidad de vida. Estoy con “Luna Roja” de Miranda Gray y “Las voces del desierto” de Marlo Morgan. Ambas describen un proceso de cambio y aceptación íntima y personal.

 

 ¿ Qué reivindicación harías a las instituciones públicas?

 

–       Información:

Como dice mi compañera y amiga Paloma, ‘poner sobre la pista’ los síntomas de esta enfermedad, especialmente en Atención Primaria y Servicios de Urgencias de los hospitales.

 

–       Modificación relación médico-paciente:

Cada vez más, somos pacientes ACTIVOS, y esto conlleva modificar el paternalismo médico. Escuchar a las pacientes durante la exploración ayuda a prevenir gastos innecesarios de servicios (en mi caso, fármaco anti gases y prueba de embarazo).

 

–       Individualizar tratamientos:

Tratar a cada paciente como un individuo único y no como un número para aumentar la estadística. En mi caso, he roto las estadísticas mil veces, empezando por la edad que tengo que no está asociada con el tipo de cáncer diagnósticado hasta los últimos resultados de imagen.

 

–       Replanteamiento del paradigma de evaluación y diagnóstico:

Replanteamiento de las técnicas utilizadas por los oncólogos para la detección del patógeno: los marcadores del c125 se ha demostrado que carece de validez suficiente como diagnóstico (mi caso un ejemplo), y no recortar las pruebas de imagen, sobre todo la del PET-TAC que es la única manera hasta ahora conocida y reconocida de detectar con la mayor fiabilidad si existen células cancerosas.