Con esta iniciativa queremos mostrar uno de los pensamientos menos significativos que surge al final del proceso a toda mujer operada de cáncer de ovario cuando llega el verano: ¡Vaya cicatriz. Necesito bañador!

Sin embargo, partimos de esa «insignificancia» para dar visibilidad a nuestra causa: conseguir la detección precoz.

Después de una sesión fotográfica con trikinis, éstos son nuestros resultados:

¡¡No te pierdas ninguno!!


¡¡Os lo dedicamos a todas aquellas que estáis luchando!!