Las bajas temperaturas y el reciente aumento de las interacciones sociales típicas de las fiestas navideñas han provocado un notable incremento en las infecciones respiratorias en España. Según el Instituto de Salud Carlos III, se prevé que el pico de contagios de gripe se alcance en las próximas semanas. Este contexto ha generado una mayor afluencia de ciudadanos en las farmacias, en busca de medicamentos o test de autodiagnóstico para enfermedades como la gripe o la covid-19.
¿Pero sabemos cómo desechar estos test de antígenos correctamente? Desde SIGRE nos dan algunas pautas para lograrlo y evitar así el impacto ambiental de los residuos sanitarios. Para empezar, nos recuerdan que los Puntos SIGRE localizados en las farmacias comunitarias están diseñados exclusivamente para la retirada de medicamentos caducados, no utilizados o vacíos, junto con sus cajas y prospectos. Los test de autodiagnóstico, como los usados para detectar la gripe o la COVID-19, no deben desecharse en estos puntos, ya que no se consideran medicamentos.
Estos test de antígenos deben eliminarse en el cubo de basura convencional como uno de los restos que suelen acabar en las bolsas de color negro. Sin embargo, los envases que acompañan a los test pueden reciclarse en los contenedores correspondientes: las cajas de cartón en el contenedor azul y los elementos plásticos en el contenedor amarillo. Esta separación adecuada contribuye a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente.
¿Y los antibióticos?
En paralelo, SIGRE ha aprovechado esta situación para recordar los riesgos asociados al uso indebido de antibióticos. Estos fármacos son efectivos únicamente contra infecciones bacterianas y no tienen efecto sobre enfermedades virales como la gripe o el resfriado. El uso incorrecto de antibióticos puede fomentar la resistencia a los antimicrobianos (RAM), una de las diez principales amenazas para la salud global según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un estudio reciente publicado por The Lancet advierte que, en los próximos 25 años, la RAM podría causar más de 39 millones de muertes directas y 169 millones de forma indirecta. Miguel Vega, director general de SIGRE, enfatiza la importancia de devolver los medicamentos sobrantes a las farmacias y no automedicarse, una práctica que aumenta el riesgo de resistencia bacteriana.
Desde enero de 2025, SIGRE ha ampliado su ámbito de actuación a los envases comerciales e industriales de medicamentos. Con esta medida pretende reducir los residuos y sensibilizar a los ciudadanos sobre el impacto sanitario y ambiental de su manejo incorrecto.
