Un estudio retrospectivo publicado en The Lancet Respiratory Medicine y promovido por la división europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima 1,6 millones las personas se salvaron de perder la vida debido a la Covid-19 en el continente europeo gracias a las vacunas. El trabajo analiza el impacto de los programas de inmunización contra la enfermedad en 34 países del continente desde la aparición de los primeros productos, en diciembre de 2020, hasta marzo de 2023 y enfatiza que el impacto de las nuevas vacunas no solo se limita a evitar fallecimientos, sino también a reducir la presión sobre los sistemas de salud y mitigar los efectos sociales y económicos de la pandemia.

El objetivo principal del estudio fue estimar cuántas vidas se salvaron directamente gracias a las vacunas durante los primeros dos años y medio de su implementación, considerando las diferentes variantes del SARS-CoV-2, las dosis administradas y la cobertura por grupos de edad. El estudio utilizó datos semanales sobre mortalidad, tasas de vacunación y variantes. Los análisis se realizaron por grupos de edad (25-49, 50-59, 60-69, 70-79 y mayores de 80 años) y variantes del SARS-CoV-2 (en concreto, las predominantes Alpha, Delta y Omicron).

Para calcular las vidas salvadas, se utilizó un modelo basado en la efectividad de las vacunas contra la mortalidad y la disminución esperada en las muertes en diferentes escenarios de vacunación. El modelo también incorporó factores como la protección decreciente con el tiempo y la inmunidad previa por infecciones naturales.

Entre los resultados principales, el estudio estima que las vacunas redujeron las muertes por COVID-19 en un 59% (1,6 millones de vidas salvadas de un total esperado de fallecidos de 2,6 millones). La mayor reducción de la mortalidad se observó en mayores de 60 años, quienes representaron el 96% de las vidas salvadas. Los mayores de 80 años fueron el grupo más beneficiado, con un 52% de las muertes evitadas.

El trabajo indica que el primer refuerzo vacunal fue clave y evitó el 51% de las muertes totales. Durante el periodo analizado, la cobertura para las primeras dos dosis alcanzó el 87% de la población adulta, mientras que el 71% recibió el primer refuerzo, el 24% el segundo y solo el 5% llegó a la tercera dosis.

Reducción de la mortalidad en España

En cuanto a los países analizados, Israel, Reino Unido y Malta lograron las mayores reducciones de mortalidad, superando el 70%, gracias a altas tasas de vacunación. Por el contrario, países con coberturas inferiores al 50% como Moldavia, Kosovo y Rumanía, lograron reducciones más modestas, cercanas al 20%-30%.

España sobresale como uno de los países con una reducción significativa de mortalidad gracias a una alta cobertura de vacunación, especialmente entre los grupos más vulnerables. Según la OMS, se salvaron aproximadamente 127.086 vidas, lo que representa una reducción del 64% en las muertes esperadas.

El 84% de la población adulta recibió la primera dosis, mientras que el 76% completó la pauta primaria (dos dosis) y el 35% recibió el primer refuerzo. El mayor número de vidas salvadas ocurrió durante el periodo Omicron debido a la alta transmisibilidad del virus, aunque las vacunas siguieron mostrando una notable efectividad para prevenir muertes incluso frente a esta variante.

Los resultados refuerzan la necesidad de priorizar la vacunación en poblaciones vulnerables y mantener esquemas actualizados, particularmente en periodos de alta circulación viral. Además, subrayan la importancia de estrategias para aumentar la cobertura en países con niveles bajos de vacunación, donde las reducciones en mortalidad fueron limitadas.