En un esfuerzo por preservar el acceso equitativo a la información sobre medicamentos, varias instituciones de representación de colectivos del ámbito sanitario y sociosanitario han unido fuerzas para exigir que el prospecto en papel de los medicamentos no desaparezca. La petición surge en respuesta a una directiva europea en elaboración que prevé sustituirlo por un formato exclusivamente digital en un plazo de cinco años. En concreto, los demandantes son: la Organización Médica Colegial (OMC), el Consejo General de Farmacéuticos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y la Plataforma de Mayores y Pensionistas.

Las entidades han señalado que la directiva europea, cuyo objetivo es reducir el impacto medioambiental y generar ahorro en la producción de medicamentos, aún está en fase de negociación, lo que significa que podrían producirse cambios en el texto final. Sin embargo, si se mantiene la propuesta actual, el prospecto en papel dejaría de existir en un plazo de cinco años, un tiempo que consideran insuficiente para cerrar la brecha digital. «La idea de esta iniciativa es que convivan durante cinco años el formato digital y el papel, para después eliminarlo. Nosotros queremos dar una voz de alarma», alertó el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar.

Desde las organizaciones firmantes, consideran que la digitalización en el ámbito sanitario debe ser progresiva y realista, garantizando que nadie quede excluido. Y, mucho menos, a expensas de la seguridad de los pacientes. «Superar desigualdades de este calibre requiere un horizonte temporal más amplio y estrategias integrales que aseguren una transición inclusiva y efectiva», subrayan. Y advierten que la eliminación del formato físico podría generar barreras de acceso a la información y, en consecuencia, poner en riesgo la salud de millones de personas, especialmente de los colectivos más vulnerables, como mayores y polimedicados. «Sustituirlo exclusivamente por formatos digitales no solo generaría barreras de acceso a la información, sino que pondría en riesgo la salud de millones de personas», afirmaron los representantes.

Los firmantes se han sumado a la declaración europea sobre la información electrónica de productos (ePI), publicada el 15 de noviembre de 2024. En ella, diversas organizaciones europeas de médicos, farmacéuticos, consumidores y personas mayores instan a los legisladores a conservar el prospecto en papel como opción primaria, permitiendo que el formato digital sirva como herramienta complementaria.

Personas mayores y polimedicados, los más perjudicados

Los firmantes sostienen que mantener el prospecto en papel es una obligación legal para garantizar el acceso inmediato a la información sobre los medicamentos. «Buscamos la seguridad clínica de los pacientes, que es lo que nos preocupa a todos», insistió Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial.

Según el documento de posicionamiento elaborado por las organizaciones, la digitalización forzada del prospecto podría agravar la brecha digital, afectando especialmente a las personas mayores y polimedicadas. Este colectivo depende del formato en papel para el correcto uso de sus medicamentos. «Es muy evidente que al colectivo que más perjudicaría sería a las personas mayores, que consumen más medicamentos y tienen más barreras digitales por cuestión de edad», alertó José Manuel Freire, presidente de la Comisión de Sanidad de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP).

El documento también destaca que solo el 55,6% de la población de la UE posee competencias digitales básicas, según el informe de la Comisión Europea sobre el estado de la Década Digital. Además, un estudio de la OCU de 2022 revela que el 78% de los españoles prefieren disponer del prospecto en papel.

Ana Sánchez, responsable de Salud de la OCU, argumentó que el formato digital debe coexistir con el papel, ya que permite ofrecer información ampliada y actualizada para quienes tienen acceso a herramientas digitales. También recordó que el prospecto en papel facilita la labor de los cuidadores, quienes necesitan acceso rápido a las indicaciones para un uso seguro de los medicamentos.

Las organizaciones han propuesto impulsar campañas educativas que sensibilicen a la población sobre el uso seguro de medicamentos, aprovechando tanto el formato en papel como las nuevas tecnologías.

El Ministerio de Sanidad estudia alternativas

Ante la preocupación expresada por los profesionales sanitarios y los pacientes, el Ministerio de Sanidad ha asegurado que está evaluando distintas opciones y plazos para la posible eliminación del prospecto en papel. Según fuentes ministeriales, en caso de que la normativa se apruebe con el horizonte de cinco años, los Estados miembros tendrán margen para decidir la forma de aplicación. El Ministerio ha subrayado que cualquier cambio se hará teniendo en cuenta «las necesidades de los pacientes«. Asimismo, han reconocido que los prospectos actuales «distan mucho de ser un medio de información sencillo y accesible para muchas personas», lo que podría justificar una transición hacia formatos más claros y comprensibles.

Las organizaciones sanitarias, sin embargo, continúan presionando a los legisladores europeos para que la transición digital no comprometa la seguridad y el derecho de acceso a la información sobre los medicamentos. La discusión sigue abierta en el seno de la Unión Europea, y las próximas negociaciones serán clave para determinar el futuro del prospecto en papel.