Otra de las herramientas con las que cuentan las asociaciones de pacientes para que su labor tenga la visibilidad y el impacto deseado es la comunicación. Utilizar diferentes estrategias, bien definidas, en este ámbito les puede permitir llegar a distintos públicos y amplificar su mensaje de manera efectiva. No obstante, diseñar una campaña de comunicación exitosa implica planificación, conocimiento de la audiencia y una adecuada selección de los canales de difusión.
Uno de los primeros pasos que debe dar una asociación antes de lanzar una campaña de comunicación es definir claramente sus objetivos, porque éstos van a estar siempre presentes en los mensajes que se preparen. Pueden incluir la sensibilización sobre una enfermedad poco conocida, la recaudación de fondos para financiar proyectos de investigación o la incidencia en políticas públicas para mejorar la atención sanitaria. Contar con metas bien establecidas permite estructurar mejor la campaña y evaluar posteriormente su impacto, así como realizar los ajustes que sean necesarios para su mejor funcionamiento futuro.
Para ello, es recomendable establecer indicadores que permitan medir la efectividad de la comunicación, como el alcance en redes sociales, la repercusión en medios de comunicación, el aumento en el número de socios o las donaciones recibidas.
Identificar al público objetivo
Otro aspecto clave en el diseño de una campaña de comunicación es la identificación del público al que se quiere llegar. Cada audiencia tiene necesidades y expectativas diferentes, por lo que es esencial segmentarla y adaptar tanto el lenguaje como el tono del mensaje.
Si la iniciativa está dirigida a pacientes recién diagnosticados, es recomendable utilizar un lenguaje accesible, claro y con un enfoque práctico que ayude a comprender la enfermedad y sus implicaciones. En cambio, si el objetivo es influir en la toma de decisiones políticas, será más adecuado recurrir a datos, evidencias científicas y un discurso estructurado que respalde la propuesta de la asociación.
A su vez, si se busca sensibilizar a la sociedad en general, será beneficioso emplear un enfoque más emocional, con testimonios de personas afectadas que generen empatía y capten la atención del público.
Seleccionar el canal
La selección de los canales de comunicación también juega un papel determinante en la efectividad de la campaña y, en general, las herramientas de transmisión digitales están muy presentes en todas las asociaciones: tanto las redes sociales como las páginas web son una ‘ventana’ perfecta desde la que informar y movilizar a su comunidad.
Las redes sociales ofrecen una oportunidad para amplificar los mensajes, interactuar con los seguidores y generar contenido atractivo. Sin embargo, es importante conocer las particularidades de cada plataforma para utilizarla de manera estratégica. Por ejemplo, Facebook y X (Twitter) suelen ser espacios idóneos para compartir noticias, artículos de interés y actualizaciones sobre la labor de la asociación.
Por otra parte, Instagram y TikTok, al estar más orientados a formatos visuales y de video corto, son ideales para campañas de sensibilización que busquen generar impacto emocional. YouTube puede ser una excelente herramienta para la publicación de videos informativos o testimonios de pacientes. Y LinkedIn permite establecer relaciones con profesionales de la salud y crear alianzas con otras entidades.
Medios tradicionales
Si bien la comunicación digital ha cobrado gran relevancia en los últimos años, los medios tradicionales continúan siendo un canal clave para llegar a una audiencia más amplia y generar credibilidad. La presencia en prensa, radio y televisión puede contribuir significativamente a la difusión de la campaña y a reforzar la imagen de la asociación como un actor legítimo en el ámbito sanitario.
Para lograr una cobertura mediática efectiva, es recomendable contar con una estrategia de relaciones públicas bien definida que incluya la redacción de notas de prensa con datos relevantes y testimonios de pacientes, la organización de ruedas de prensa para presentar estudios o campañas y el establecimiento de relaciones con periodistas especializados en salud. Mantener un contacto sostenido con los medios de comunicación y ofrecer información de calidad permitirá a la organización consolidarse como una fuente de referencia para futuras coberturas informativas.
Contenidos
El contenido de la campaña es otro factor fundamental que influye en su éxito. La información que se difunda debe ser veraz, relevante y adaptada al formato de cada canal de comunicación. Las historias de pacientes suelen ser una de las herramientas más efectivas para sensibilizar y generar empatía en la audiencia. Estos testimonios pueden presentarse en forma de videos, artículos o publicaciones en redes sociales, y ayudan a poner rostro y voz a la realidad de quienes conviven con una enfermedad.
Además, el uso de infografías y vídeos explicativos permite transmitir información compleja de manera sencilla y accesible, lo que facilita la comprensión de temas médicos o científicos. Otra estrategia útil es la publicación de artículos en blogs o páginas web, donde se pueden abordar en profundidad temas relacionados con la enfermedad, los derechos de los pacientes o los avances en tratamientos. También es recomendable el uso de campañas de hashtag en redes sociales para generar tendencias y aumentar la visibilidad del mensaje.
Seguimiento
Como ya se ha comentado, el éxito de una campaña de comunicación también depende de la capacidad de la organización para evaluar sus resultados y ajustar la estrategia en función de los datos obtenidos. Para ello, es importante saber hacer un seguimiento de indicadores clave de rendimiento como el número de visualizaciones y de elementos compartidos en redes sociales, el incremento en el número de seguidores y suscriptores, la participación en eventos organizados por la asociación o el impacto en la toma de decisiones políticas.

Herramientas como Google Analytics pueden ser útiles para analizar el tráfico web, mientras que las métricas de interacción en redes sociales permiten medir el grado de alcance e influencia de la campaña.
Finalmente, construir alianzas estratégicas puede potenciar el impacto de la campaña y facilitar su difusión. Por ejemplo, colaborar con otras organizaciones de pacientes, influencers, profesionales sanitarios o figuras públicas puede aportar mayor credibilidad y ampliar la audiencia a la que llega el mensaje. Además, establecer vínculos con instituciones científicas o medios de comunicación puede reforzar la legitimidad de la iniciativa y garantizar una mayor cobertura mediática.
- Este contenido ha sido elaborado a partir de la Guía para la profesionalización de entidades de pacientes, en la que participan la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), el Foro Español de Pacientes (FEP) y la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), y publicada con el apoyo de Novartis.