Desde el pasado 3 de marzo, las personas que donen en vida órganos o tejidos para trasplantes contarán con una mejor protección económica por parte de la Seguridad Social. La nueva normativa, recogida en la Ley 6/24 de 20 de diciembre, establece que los donantes tendrán derecho a un subsidio del 100% de su base reguladora durante el tiempo en que reciban asistencia sanitaria y estén impedidos para trabajar.

Con esta medida, se reconoce el acto altruista de quienes deciden donar un órgano o tejido para salvar la vida o mejorar la calidad de vida de otra persona, garantizando que no sufran una merma económica durante su recuperación. La cobertura se aplicará tanto a los días previos a la intervención quirúrgica —cuando el donante debe someterse a pruebas y preparación médica— como al periodo de hospitalización y convalecencia hasta el alta por curación.

Uno de los aspectos más destacados de esta nueva prestación es que no se exige un periodo mínimo de cotización para acceder a ella. Esto significa que cualquier persona trabajadora que done un órgano o tejido en vida tendrá derecho automáticamente a recibir el subsidio, sin importar el tiempo que haya cotizado previamente a la Seguridad Social.

Reconocimiento de los donantes vivos

El importe del subsidio será igual al 100% de la base reguladora establecida para la incapacidad temporal derivada de contingencias comunes, lo que supone una mejora significativa respecto a las condiciones previas para estos casos. Además, el pago de esta prestación será asumido desde el primer día de la baja por la entidad gestora o colaboradora que cubra la incapacidad temporal por contingencias comunes, ya sea el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el Instituto Social de la Marina (ISM) o una mutua colaboradora.

Donación de órganos

La donación en vida es un acto de gran impacto en el sistema de trasplantes. Gracias a personas donantes, muchos pacientes con insuficiencia renal, hepática u otras patologías pueden recibir un trasplante sin necesidad de esperar largos periodos en listas de espera. Sin embargo, hasta ahora, la cobertura económica para quienes decidían donar un órgano no era suficiente, lo que podía suponer una barrera para algunos potenciales donantes.

Con esta nueva medida, se pretende garantizar que ninguna persona vea comprometida su estabilidad económica por el hecho de haber tomado la decisión de donar. De esta forma, se protege tanto la salud como el bienestar de los donantes y se fomenta la continuidad del modelo de donación en vida en España, que es uno de los más avanzados del mundo.