El cáncer sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad a nivel mundial. Su diagnóstico no solo implica un reto médico, sino también un profundo impacto emocional que transforma la vida del paciente y su entorno. En este marco, surge la necesidad de ofrecer una atención sanitaria que vaya más allá del abordaje clínico, integrando la dimensión humana como parte esencial del cuidado; es decir, que los servicios de salud oncológicos pongan el foco en escuchar, acompañar y comprender al paciente en su totalidad, respondiendo a sus miedos, incertidumbres y necesidades emocionales, asegurándole un trato digno, respetuoso y empático a los pacientes en cada etapa de su enfermedad.
Esta forma de comunicar y relacionarse no solo ha demostrado mejorar la experiencia del paciente oncológico, sino que también fortalece la confianza en los profesionales, favorece la adherencia al tratamiento y contribuye a unos mejores resultados en salud.
Con el objetivo de transformar la experiencia de atención de los pacientes oncológicos en todo el territorio español, destacados expertos en oncología y salud como el Dr. Pedro Pérez Segura, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; y el Dr. Julio Zarco Rodríguez, presidente de la Fundación Humans, han elaborado junto a AstraZeneca el Decálogo para la Humanización de la Atención Sanitaria en el Paciente Oncológico.

«Este enfoque integral y humanizado cobra especial relevancia en un contexto donde se esperan 296.103 nuevos casos de cáncer este año, un incremento del 3.3% respecto a 20242. Estas cifras subrayan la necesidad de mejorar la atención oncológica para que esté a la altura de los avances médicos en el tratamiento y manejo del cáncer», afirma el Dr. Pérez Segura.
Como primer principio, el decálogo destaca la importancia de la empatía y la escucha activa como pilares fundamentales. Por un lado, la empatía permite establecer una conexión emocional genuina con los pacientes que resulta esencial para que puedan expresar libremente sus miedos y dudas. Por otro, la escucha activa permite comprender sus verdaderas necesidades y ofrecer un apoyo personalizado que trascienda el tratamiento médico.
“Este documento es un reflejo de nuestro compromiso, que va más allá de desarrollar tratamientos que prolonguen y mejoren la vida de los pacientes; buscamos aumentar su calidad de vida de manera eficiente, personalizada y accesible para todos», explica Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca en España.
Mejorar la comunicación, un primer paso
La atención oncológica va más allá de los procedimientos médicos; debe considerar la totalidad del ser humano, abarcando sus emociones y su entorno social. Este enfoque, plasmado en el documento presentado, busca transformar la experiencia del paciente y asegurar que la atención médica sea un proceso que tenga en cuenta todos los aspectos de su vida.
“Es fundamental empezar por lo básico: la comunicación. Brindar información clara y honesta sobre el diagnóstico, las opciones de tratamiento y el pronóstico, explicados de forma comprensible, fortalece la confianza y ayuda a reducir la ansiedad tanto en los pacientes como en sus familias”, señala el Dr. Julio Zarco Rodríguez. Además, agrega que la comunicación debe ser sensible con las emociones del paciente y adaptada a las necesidades y nivel de comprensión de cada persona; lo que ayuda mejorar significativamente la experiencia del tratamiento.
En el decálogo también se destaca el apoyo psicológico como un pilar esencial en el tratamiento oncológico. El cáncer puede tener un alto impacto emocional en los pacientes: la evidencia sugiere que, aproximadamente, entre el 30 y el 45% experimentan trastornos emocionales como ansiedad, depresión o estrés postraumático tras el diagnóstico y durante el tratamiento. Por este motivo es vital ofrecer un acompañamiento especializado que aborde las distintas etapas emocionales, desde el diagnóstico hasta los cuidados paliativos. En este contexto, también debe considerarse el acompañamiento familiar, que juega un papel crucial. Y es que incluir a los seres queridos en la toma de decisiones y en el apoyo emocional no solo fortalece al paciente, sino que también ayuda a la familia a enfrentar la situación con mayor resiliencia y mejora también la adherencia al tratamiento.
Personalización del tratamiento
La medicina de precisión está avanzando significativamente gracias al uso creciente de biomarcadores moleculares que permiten un diagnóstico más rápido y preciso. Además, la individualización del tratamiento teniendo en cuenta factores socioculturales es fundamental, ya que garantiza un enfoque centrado en la persona al considerar sus valores, preferencias y contexto de vida.
La coordinación multidisciplinar también se posiciona como una estrategia eficaz para alcanzar este objetivo. A través de la colaboración entre oncólogos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud, se asegura que todas las dimensiones del cuidado del paciente sean atendidas de manera coherente y oportuna.
“Creemos en la unión de todos los implicados en el abordaje de esta enfermedad para poder avanzar en la mejora de la atención de los pacientes con cáncer. A su vez, buscamos que el paciente tome una parte activa en el control sobre su enfermedad y que tenga acceso a un tratamiento acorde a sus necesidades”, señala la directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca.
Tanto el empoderamiento y la participación del paciente son dos aspectos que también se abordan en el decálogo con el objetivo de fomentar la autonomía de los pacientes. Al involucrarse en su tratamiento y en la toma de decisiones, el paciente no solo mejora su adherencia al tratamiento, sino que también aumenta su satisfacción con la atención recibida.