James E. Rothman, Randy W. Schekman y Thomas C. Südhof desvelaron la maquinaria molecular del sistema de transporte de señales celulares
El Nobel premia los avances en la comprensión del sistema de transporte celular
Tres Investigadores que trabajan en Estados Unidos han sido galardonados con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina «por sus descubrimientos de la maquinaria molecular que regula el tráfico vesicular, un sistema de transporte fundamental en nuestras células», según ha anunciado el Instituto Karolinska de Estocolmo, que otorga cada año los galardones. Los premiados son James E. Rothman, Randy W. Schekman y Thomas C. Südhof; los dos primeros nacieron en EE.UU., en 1959 y 1948 respectivamente, y el tercero en Alemania en 1955.
Los hallazgos conseguidos por los premiados podrían ayudar en el futuro tratar e incluso curar trastornos inmunológicos y encontrar, por ejemplo, tratamientos mucho más efectivos contra la diabetes.
Südhof ha recibido la noticia cuando se encontraba en España, en concreto en Baeza (Jaén), donde imparte hoy una conferencia en el simposio ‘El tráfico de membranas en la sinapsis. La biología celular de la plasticidad sináptica’, organizado por la Universidad Internacional de Andalucía.
Misterio resuelto
«El Nobel 2013 honra a cuatro científicos que solucionaron el misterio de cómo organiza la célula su sistema de transporte”, explica el Karolinska. “Cada célula es una fábrica que produce y exporta moléculas. Por ejemplo, la insulina se fabrica y emite en la sangre y las señales químicas denominadas neurotransmisores se envían de una célula nerviosa a otra. Estas moléculas se transportan por la célula en pequeños paquetes denominados vesículas y los tres laureados con el Nobel han descubierto los principios moleculares que gobiernan el sistema por el que esta carga es entregada en el lugar correcto en el momento correcto en la célula».
Schekman (Universidad de California en Berkeley) descubrió un conjunto de genes necesarios para el tráfico vesicular; Rothman (Universidad de Yale) desveló la maquinaria de proteínas que permite que las vesículas se unan a sus dianas para permitir la transferencia de esa carga, y Südhof (Universidad de Stanford) descubrió cómo las señales ordenan a las vesículas emitir su carga con precisión. Cuando este sistema funciona mal en el organismo, provocan enfermedades neurológicas e inmunológicas, así como diabetes.
Los tres investigadores se repartirán los ocho millones de coronas suecas (915.000 euros) del galardón.