La toma de un yogur diario reduce significativamente el riesgo de desarrollo de hipertensión arterial (HTA). O así sucede, cuando menos, en el caso de las mujeres, tal y como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos) y presentado en el marco de las Sesiones Científicas 2016 sobre Epidemiología y Estilos de Vida de la Asociación Americana del Corazón (AHA), celebradas recientemente en Phoenix (Estados Unidos).
En palabras del doctor Justin Buendía, director del estudio, “el nuestro es el estudio más grande realizado hasta el momento para analizar los efectos específicos del yogur sobre la presión sanguínea. Y si bien no existe ningún alimento que pueda considerarse una panacea, tomar yogur como parte de una dieta saludable ayuda a reducir el riesgo a largo plazo de HTA en la población femenina”.
Menor riesgo de HTA
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron el consumo de yogur y los historiales médicos de los participantes incluidos en el Estudio de Salud de las Enfermeras (NHS) y en el Estudio de Salud de las Enfermeras II (NHS II), en su mayoría mujeres de 25 a 55 años de edad, y en el Estudio de Seguimiento de Profesionales Sanitarios, en su mayoría varones con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años.
Durante el seguimiento de los estudios –de 18 a 30 años– se registraron 74.609 nuevos casos de HTA. Y de acuerdo con el análisis de los resultados, la toma de cinco o más yogures semanales conlleva, frente al consumo de un único yogur al mes, una disminución del 20% del riesgo de desarrollar la enfermedad.
Es más; en caso de que el yogur se complemente con una dieta saludable desde un punto de vista cardiovascular, la reducción del riesgo es incluso mayor. Concretamente, el riesgo de HTA en las mujeres que consumían cinco o más yogures semanales como parte de una dieta con gran cantidad de frutas, nueces, verduras y otros alimentos bajos en grasas, caso de los cereales, tenían un riesgo hasta un 31% inferior de desarrollar HTA que aquellas que tomaban un único yogur semanal y seguían una dieta muy poco saludable.
Y en este contexto, si bien también se observó un efecto positivo sobre la presión arterial con el consumo de otros lácteos como la leche y el queso, “el beneficio con el yogur fue muy superior al observado con otros lácteos”, apunta el doctor Buendía.
Sin datos suficientes en varones
En definitiva, como destaca el doctor Buendía, “nuestros resultados demuestran que el consumo diario de lácteos, y sobre todo de yogur, reduce el riesgo de desarrollo de HTA, factor de riesgo clave para la presentación de enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio e ictus”.
Un beneficio, sin embargo, no observado en el caso de la población masculina. Y es que como concluyen los autores, “los varones en nuestro estudio consumían mucho menos yogur que las mujeres, lo que quizás podría explicar que los efectos del consumo regular de yogur en la población masculina fueran inferiores”.
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