Estudio en ‘JAMA’
Comer pescado protege frente al Alzheimer aunque contenga mercurio
El pescado es fuente de numerosos nutrientes esenciales para el organismo, caso de vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos omega-3. Por ello, los especialistas en nutrición recomiendan el consumo de pescado entre tres y cuatro veces semanales. Todo ello a pesar de que pueda contener mercurio. Y es que como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago (Estados Unidos) y publicado en la revista JAMA, comer pescado, aunque contenga mercurio, se asocia con un menor riesgo de desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
En palabras de la doctora Martha Clare Morris, directora de la investigación, “el nuestro es el primer estudio desarrollado para evaluar la posible relación entre los niveles de mercurio en el cerebro con las enfermedades neurológicas y la dieta. Y nuestros resultados confirman que el mercurio en el cerebro no tiene un efecto deletéreo”.
Menor riesgo de Alzheimer
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron las autopsias cerebrales de 544 personas mayores, de las que un 67% eran mujeres. Todos los participantes habían cumplimentado un cuestionario sobre consumo de pescado varios años antes de su fallecimiento –la edad promedio del deceso se estableció en 90 años.
Las autopsias de 286 participantes mostraron la existencia de una correlación entre los niveles cerebrales de mercurio y el consumo de pescado semanal. Sin embargo, y una vez ajustados otros factores de riesgo del Alzheimer –entre otros, la edad, el sexo y el nivel educativo–, el consumo de pescado se asoció asimismo con menores signos neuropatológicos de la enfermedad. Es decir, con una menor cantidad de placas de beta-amiloide y de ovillos neurofibrilares.
En este contexto, debe recordarse que el mercurio, elemento que por lo general se acumula en los peces más grandes como el bonito o el pez espada, es una neurotoxina. Pero como indican los autores, “la toxicidad del mercurio es reducida por el selenio, otro de los nutrientes esenciales contenidos en el pescado”.
Finalmente, y contrariamente a como sucedía con el pescado, el consumo de suplementos de aceites de pescado no produjo ningún efecto sobre los signos de la enfermedad de Alzheimer.
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