Los antibióticos son una piedra angular de la medicina moderna que ha salvado cientos de millones de vidas en todo el mundo desde el descubrimiento de la penicilina en 1928. Hoy en día, sin embargo, las superbacterias emergentes resistentes a los antibióticos van por delante de la oferta de nuevos medicamentos para tratar unas infecciones potencialmente mortales. De hecho, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) han identificado la resistencia a los antibióticos como una de las mayores amenazas para la salud pública mundial.
Para abordar este problema, el Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), ha anunciado la puesta en marcha de una iniciativa público-privada para estimular a ambos lados del Atlántico el desarrollo preclínico de nuevos antibióticos y antimicrobianos, vacunas y el diagnóstico rápido de estas infecciones.
La alianza, que contará con un presupuesto inicial de 350 millones de dólares (316 millones de euros) para cinco años aportado por sus socios, ha sido bautizada CARB-X (Combating Antibiotic Resistant Bacteria Biopharmaceutical Accelerator), y será dirigida por Kevin Outterson, profesor de Leyes experto en salud de la Universidad de Boston.
Las innovaciones biomédicas se producen a menudo en pequeñas empresas y laboratorios académicos que no tienen los recursos ni la experiencia para liderar un costoso y complejo desarrollo clínico. Por eso CARB–X tiene como objetivo proporcionar los fondos necesarios para la investigación, el desarrollo y la asistencia técnica que consigan hacer avanzar esas moléculas prometedoras desde la prueba de concepto al desarrollo preclínico.
El equipo de Outterson incluirá a, entre otros expertos, dos científicos con décadas de experiencia en el desarrollo de antibióticos en la industria farmacéutica innovadora. John H. Rex, de AstraZeneca, será su director de Estrategia; y Barry I. Eisenstein comenzará a trabajar en CARB-X como presidente de su Consejo Asesor Científico una vez que se jubile de Merck en enero de 2017.
En su primer año, CARB-X se centrará principalmente en las bacterias gram-negativas que los CDC ha clasificado como amenazas «urgentes» o «graves» y que son cada vez más resistentes a la mayoría de los antibióticos disponibles. Éstas incluyen:
Enterobacterias resistentes a los carbapenems (CRE), como E. coli, que suele causar infecciones en los pacientes en los centros sanitarios. Causan una mortalidad de hasta el 50%.
Clostridium difficile (C. difficile). Una bacteria que causa diarrea y cuadros intestinales más graves. Según los CDC causa medio millón de infecciones anuales y 15.000 muertes.
Neisseria gonorrhoeae. Causa la gonorrea, una enfermedad de transmisión sexual cada vez más resistentes a los antibióticos.