Estudio en ‘JASN’
La carne roja aumenta el riesgo de enfermedad renal terminal
El consumo de carne roja se asocia con un incremento de hasta un 40% de desarrollar enfermedad renal terminal (ERT) y, por tanto, de requerir diálisis o un trasplante de riñón. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Nacional de Singapur (Singapur) y publicado en la revista Journal of the American Society of Nephrology (JASN).
En palabras del doctor Woon-Puay Koh, director del estudio, “el objetivo de nuestro trabajo era ver qué recomendaciones podíamos ofrecer a los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) o a la población general preocupada por su salud renal en función de los tipos o fuentes de proteínas en su dieta. Y de acuerdo con nuestros hallazgos, la población puede mantener su ingesta habitual de proteínas, pero debe considerar sustituirlas por proteínas de origen vegetal. Además, y en el caso de que sigan eligiendo comer carne, deben tener en cuenta que el pescado, el marisco y las aves de corral son mejores alternativas que la carne roja”.
Mayor riesgo de ERT
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron los hábitos dietéticos y los historiales médicos de 63.257 adultos de China y Singapur que, además de a través de la ingesta de aves de corral, pescado, marisco, huevos, productos lácteos, soja y legumbres, adquirían sus proteínas a partir de la carne roja –hasta en un 97% por el consumo de carne de origen porcino.
Tras un promedio de 15,5 años de seguimiento, los resultados mostraron que el consumo de carne roja se asocia con un riesgo mucho mayor de ERT, así como que esta relación es ‘dosis-dependiente’. De hecho, y comparadas frente al grupo de participantes con menor consumo de carne roja, las personas cuyas dietas incluían las mayores cantidades de este tipo de carne tuvieron un riesgo hasta un 40% mayor de padecer ERT.
Por el contrario, no se observó ninguna relación entre el consumo de aves de corral, pescado, marisco, huevos o productos lácteos con la ERT. Además, la ingesta de soja y legumbres se asoció con un efecto protector, aun mínimo, frente al desarrollo de la enfermedad.
Por todo ello, los autores recomiendan la sustitución de la carne roja por otras fuentes de proteínas. Y es que como concluye el doctor Koh, “la sustitución de una ración de carne roja por otras fuentes de proteínas se asoció en nuestro estudio con una reducción del riesgo de ERT de hasta un 62%”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JASN’?
– A día de hoy, 23 asociaciones de pacientes dedicadas a la insuficiencia renal son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?