Estudio en ‘NEJM’
La terapia hormonal temprana en la postmenopausia reduce el riesgo CV
El inicio temprano de la terapia hormonal en las mujeres que han superado la menopausia se asocia con una disminución del riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad de California del Sur en Los Ángeles (Estados Unidos) y publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM), en el que se sugiere que la administración de la terapia hormonal durante los primeros seis años de la postmenopausia conlleva una menor progresión de la aterosclerosis y, por tanto, un menor riesgo de infarto e ictus.
Como explica el doctor Howard Hodis, director del estudio, “nuestros resultados ofrecen una clara evidencia de que los beneficios cardiovasculares asociados a la terapia hormonal dependen del momento del inicio del tratamiento. De hecho, nuestro estudio ofrece la primera evidencia directa alcanzada con seres humanos de que la elección del momento de inicio de la terapia hormonal es crucial para prevenir con éxito la progresión de la ateroesclerosis, esto es, la causa primara de la presentación del infarto de miocardio y del ictus”.
Menor riesgo CV
En el estudio, los autores incluyeron a 643 mujeres que habían superado la menopausia y que no padecían diabetes ni ninguna enfermedad cardiovascular en dos grupos: postmenopausia temprana, en el que se incluyeron las mujeres que habían superado la menopausia hacía menos de seis años; y postmenopausia tardía, en el que el tiempo transcurrido desde la última menstruación era superior a 10 años.
Las mujeres de ambos grupos fueron tratadas según un criterio aleatorio con estradiol o placebo, así como sometidas cada seis meses a una medición del grosor íntima-media carotídeo –o GIMc, parámetro que se emplea comúnmente para evaluar la progresión de la aterosclerosis.
Transcurridos cinco años desde el comienzo de la terapia hormonal, aquellas mujeres que, incluidas en el grupo de postmenopausia temprana, recibían tratamiento con estradiol mostraron una menor tasa de progresión del GIMc que las tratadas con placebo. Por el contrario, y con independencia de que hubieran sido tratadas con estradiol o con placebo, no se observaron diferencias en la tasa de progresión del GIMc de las participantes del grupo de postmenopausia tardía.
En definitiva, los resultados constatan la importancia de la administración temprana de la terapia hormonal con objeto de disminuir el riesgo cardiovascular tras la menopausia. No en vano, concluye el doctor Hodis, “este concepto del momento de inicio de una intervención es aplicable a la mayoría de enfoques preventivos de la enfermedad cardiovascular en la población femenina”.
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