Estudio en ‘The Lancet’
La falta de ejercicio supone un riesgo de muerte prematura similar al del tabaco
La práctica de una hora diaria de ejercicio físico es suficiente para revertir el riesgo de mortalidad que deriva de permanecer muchas horas sentado. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicado en la revista The Lancet.
En palabras del doctor Ulf Ekelund, director del estudio, “muchas personas que se desplazan a sus lugares de trabajo y tienen empleos en una oficina no tienen manera de evitar permanecer sentadas durante largo períodos de tiempo. Y en el caso de estas personas, no podemos resaltar la enorme importancia que tiene la práctica de ejercicio, ya sea caminar en sus horas de comida, salir a correr antes de la jornada laboral o acudir al trabajo en bicicleta. Una hora de actividad física diaria sería lo ideal, pero de no resultar posible, entonces hacer algún ejercicio al día puede ayudar a disminuir su riesgo”.
Riesgo de muerte prematura
Para llevar a cabo la investigación, los autores evaluaron los resultados alcanzados en 16 estudios llevados a cabo con la participación de más de un millón de adultos de todo el mundo. Concretamente, los autores dividieron a los participantes en cuatro grupos o ‘cuartiles’ en función de su actividad física de nivel moderado, incluyendo en el primer grupo a aquellos que realizaban menos de 5 minutos de ejercicio diario y en el último a aquellos que excedían de los 60 minutos.
Los resultados mostraron que las personas que practicaban menos de 5 minutos diarios de ejercicio tenían un riesgo de muerte prematura entre un 28% y un 59% mayor que aquellos que dedicaban al menos una hora diaria a ejercitarse.
Como alerta el doctor Ekelund, “este riesgo es similar al asociado al hábito tabáquico o a la obesidad”.
La buena noticia es que la práctica de 60-75 minutos diarios de ejercicio de intensidad moderada es suficiente para eliminar el riesgo de mortalidad asociado a permanecer ocho o más horas diarias sentado.
Como concluye el director de la investigación, “hay una gran preocupación sobre los riesgos para la salud que conlleva el actual estilo de vida, cada vez más sedentario. Pero nuestro trabajo arroja un mensaje positivo: es posible disminuir, e incluso eliminar, estos riesgos si somos suficientemente activos, incluso sin tener que practicar un deporte o ir al gimnasio”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Lancet’?