La inteligencia artificial (IA) se está consolidando como un aliado clave en la transformación del sistema sanitario. Desde la automatización de tareas administrativas hasta el apoyo al diagnóstico clínico, esta tecnología no solo mejora la eficiencia operativa, sino que abre la puerta a una medicina más precisa, personalizada y centrada en el paciente. Según datos de ERNI España, filial de la multinacional suiza especializada en ingeniería de software, el impacto de la IA se está dejando sentir ya en áreas fundamentales del sistema, permitiendo liberar recursos que pueden destinarse a una atención médica más especializada y humana.
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Uno de los efectos más inmediatos de la IA es su capacidad para automatizar tareas repetitivas que consumen buena parte del tiempo de los profesionales sanitarios: documentación de casos, trazabilidad de procesos, gestión de historiales… ?Nos dirigimos hacia entornos sanitarios altamente regulados, pero también profundamente automatizados, donde la IA actuará como una capa de soporte esencial para los profesionales?, señalan desde ERNI España.
Este cambio de paradigma tiene consecuencias directas en la relación entre el profesional y el paciente. La reducción de la carga administrativa permite dedicar más tiempo a la consulta, a la escucha activa y al seguimiento clínico, aspectos clave que las asociaciones de pacientes reivindican como fundamentales para una atención sanitaria más humanizada. Además, libera recursos que pueden invertirse en mejorar la accesibilidad, la equidad y la calidad de los servicios.
Un apoyo valioso para el diagnóstico médico
La IA también está demostrando su eficacia en el ámbito del diagnóstico, gracias a sistemas que utilizan algoritmos avanzados y aprendizaje profundo para analizar síntomas, cruzar datos clínicos y sugerir hipótesis médicas ajustadas. Estas herramientas no sustituyen al profesional, sino que actúan como apoyo experto, ampliando su capacidad de análisis y reduciendo los márgenes de error.
Según estimaciones de ERNI España, la combinación de la experiencia clínica con estas tecnologías puede aumentar la precisión diagnóstica entre un 30% y un 50%, al tiempo que se acortan los tiempos de espera. ?La clave no es sustituir al médico, sino potenciar sus capacidades clínicas mediante la IA?, explica Alberto Martín, director de Innovación de la compañía. ?Estamos trabajando para que el software médico no solo sea más eficiente de desarrollar, sino también más inteligente en su funcionamiento?.
Este tipo de avances puede resultar especialmente útil para pacientes con enfermedades poco frecuentes o síntomas complejos, cuya ruta diagnóstica suele ser larga y frustrante. Las asociaciones de pacientes ven con interés estas herramientas como posibles acortadores de esa ?odisea diagnóstica?, siempre que se implementen con garantías éticas y sin comprometer la calidad asistencial.

Retos éticos y necesidad de regulación
Aunque el potencial de la IA en salud es enorme, también plantea importantes desafíos. Entre ellos, el control de la calidad de los datos utilizados para entrenar los modelos, la detección y corrección de sesgos, la transparencia de los algoritmos y, sobre todo, la protección de la privacidad de los pacientes. ?El uso ético de los datos y la preservación del bienestar del paciente deben estar siempre en el centro?, subrayan desde ERNI.
En este sentido, las organizaciones de pacientes tienen un papel relevante como garantes de derechos. Su implicación en los procesos de validación de estas herramientas, así como en los debates sobre su regulación, será crucial para asegurar un desarrollo de la IA que beneficie verdaderamente a las personas.
Reducción de costes y acceso a tecnologías médicas
Más allá del ámbito asistencial, la IA también está impactando en el diseño y fabricación de tecnología médica. Gracias a su capacidad para optimizar procesos, ya es posible acelerar en un 20% el desarrollo de software médico, lo que podría suponer una reducción del 35% al 50% en el coste digital de los dispositivos médicos. Esta eficiencia puede facilitar el acceso de los pacientes a soluciones más asequibles y adaptadas a sus necesidades.
ERNI España prevé que, en los próximos cinco años, estas tecnologías no solo habrán revolucionado el proceso de diagnóstico, sino que también habrán contribuido a reducir significativamente los costes estructurales de la innovación médica. Esto puede representar una oportunidad para impulsar una sanidad más sostenible y equitativa, donde las asociaciones de pacientes sigan jugando un papel clave en la defensa del acceso universal a los avances tecnológicos.
La integración responsable de la IA en el sistema sanitario no es un horizonte lejano, sino una realidad que ya empieza a transformar la forma en que se cuida la salud. Y, sobre todo, una herramienta que, bien utilizada, puede empoderar a pacientes y profesionales por igual.