FIAPAS se ha vuelto a dirigir al sector sociosanitario para recordar que atender las necesidades de acceso a la información y a la comunicación de las personas con sordera, en el contexto de pandemia, es una prioridad esencial todavía mayor.
Concretamente, se ha dirigido a las administraciones públicas de ámbito estatal y autonómico responsables de Sanidad y de Servicios Sociales; a las Compañías de Seguros Médicos; a los Colegios Profesionales de Médicos, de Enfermería y Farmacéuticos, así como a entidades representativas y gestoras de centros y residencias de mayores.
Imprescindible, la comunicación vía texto y videollamadas
En este sentido, esta Confederación ha remitido una infografía que contiene pautas de cómo hablar a una persona con sordera para los profesionales implicados en servicios sociosanitarios esenciales y de urgencia. Además, se ha informado de las distintas soluciones de comunicación en tiempo real para la atención telefónica y las consultas médicas no presenciales (telemedicina).
Para ello, se debe disponer de comunicación vía texto (mensajes de texto, aplicaciones de mensajería instantánea) y posibilitar la comunicación a través de videollamadas, unos recursos que han de incorporarse tanto en los canales de comunicación de los departamentos de información y atención al paciente, como de los servicios de cita previa, de las consultas médicas y de enfermería, en hospitales y centros de salud, así como en los canales de comunicación de las aseguradoras.
La comunicación vía texto resulta esencial para que las personas con sordera, personal y privadamente, puedan recibir atención sin precisar de intermediarios.
Favorecer el envejecimiento saludable
Por otro lado, en las residencias y centros de día para mayores, la instalación de mamparas, el uso de mascarillas y la distancia física de seguridad, sumadas al ruido ambiente de los espacios de alta concurrencia, entorpecen la lectura labial, la audición y la inteligibilidad del habla. Por ello, FIAPAS recuerda que los productos de apoyo a la audición, como el bucle magnético1, son indispensables para posibilitar la comunicación y el acceso a la información a las personas mayores usuarias de prótesis auditivas.
No podemos olvidar que la pandemia ha intensificado el sentimiento de soledad y el deterioro cognitivo de nuestros mayores, por falta de información y de motivación para la interacción y la comunicación con el entorno, tanto en situaciones de hospitalización, como motivadas por otro tipo de aislamiento provocado por la prevención del contagio y que, con ello, se ha podido agravar el estado de salud generando, entre otras situaciones, mayor probabilidad de desarrollar demencias y de sufrir desorientación espacial y caídas.
*Cifras de interés
- Según los últimos datos ofrecidos por el INE (2008), en España hay 1.064.000 personas con una discapacidad auditiva de distinto grado y tipo. De ellas, más del 97% utilizan la lengua oral para comunicarse.
- La presbiacusia afecta aproximadamente al 30% de la población entre los 65 -70 años, alcanzando al 80% de la población por encima de los 75 años. Debido a la contaminación acústica y al estilo de vida, se está provocando un incremento de estos problemas de audición propios de la edad en otras más precoces, en torno a los 50 años. (Sociedad Española de Otorrinolaringología).
- Una de cada mil personas de la población general adquiere sordera a lo largo de su vida.
- El 8% de la población tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal.
1El bucle magnético posibilita la comunicación directa con el interlocutor reduciendo el ruido ambiente y acercando la voz directamente a la persona sorda a través de sus prótesis auditivas.