FIAPAS se muestra satisfecha ante la reciente aprobación de la Ordenanza Reguladora del Taxi en Madrid por la que todas las nuevas licencias de taxi deberán contar con bucle magnético en sus vehículos tras la entrada en vigor de esta actualización al mismo tiempo que cualquier profesional del taxi que lo desee puede llevar a cabo esta instalación en su vehículo actual o en el momento de renovarlo.
Gracias a esta nueva norma, Madrid se sitúa muy a la cabeza de la mayoría de las capitales europeas mejorando la calidad de la atención a los usuarios en el servicio público del taxi, particularmente de las personas con sordera que utilizan audífonos y/o implantes auditivos, puesto que el ruido del tráfico y del entorno, sumado al propio del motor, así como la distancia y las dificultades de lectura labial entre el pasajero y el conductor, dificultan o imposibilitan la comunicación entre ambos.
Dicha circunstancia se agrava en la actualidad por las necesarias medidas de seguridad para evitar el contagio del COVID-19, como la instalación de mamparas y el uso de mascarillas, que minoran y distorsionan la voz del interlocutor por lo que la escucha es todavía menos nítida e inteligible.
Medida beneficiosa para pasajeros y conductores con sordera
FIAPAS apela a la toma de conciencia de las administraciones competentes en esta materia y confía en que esta iniciativa sea extrapolable a otras ciudades, dado que genera una alta correlación coste-beneficio, pues los bucles magnéticos tienen un ciclo de vida muy largo y el nivel de requerimiento de mantenimiento es mínimo, y beneficia a un importantísimo número de ciudadanos[1], tanto pasajeros como conductores con sordera.
Esta instalación debe realizarse conforme a la Norma de calidad vigente, y para que su rendimiento tenga la calidad deseable, debe hacerse fija, en el techo del vehículo, posibilitando la comunicación tanto si la persona con sordera es uno de los pasajeros, como si se trata del conductor. En este último caso, el bucle magnético es la adaptación en su puesto de trabajo más efectiva, pues la exposición continuada de estos profesionales del taxi a la contaminación del ruido de las ciudades les hace muy vulnerables a las pérdidas de audición. Por último, FIAPAS quiere insistir en la necesidad de que los canales de comunicación con los usuarios del taxi (teléfono de emisoras, páginas web, app ?) sean accesibles para las personas con discapacidad auditiva, a través de mensajería instantánea vía texto (chats, whatsapp?).
[1] En España hay 1.064.000 personas con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado. De ellas, más del 97% utiliza la lengua oral para comunicarse y, en su mayoría, son usuarias de prótesis auditivas (audífonos y/o implantes). (Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia. 2008 ? INE)
Aproximadamente el 30% de la población entre los 65 – 70 años tiene una sordera, alcanzando al 80% entre la población mayor de 75 años.
El 8% de la población general tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal sin el uso de prótesis auditivas.