Tras meses de un continuo no parar de consultas en diferentes ciudades, llegó el verano a traer algo de calma. De la última vez que estuvimos en la consulta de trauma, nos fuimos con la documentación para solicitar pruebas preoperatorias y quirófano.
Cursada esta documentación nos encontramos con que podíamos operar a Martina en Málaga o en Barcelona. Esto se convirtió en una decisión delicada, puesto que se trataba de designar a la persona que procurase a nuestra hija que sus pequeñas manos funcionasen el día de mañana al cien por cien de sus particulares posibilidades.
La Dra. De Galvez y su equipo escalaban puestos de forma exponencial. Juventud, capacidad de resolución y de escucha, hablar en un idioma alejado de grandes tecnicismos, el cariñoso trato hacia Martina, la cercanía mostrada en todo momento y muchas cosas más, sumadas a buenas referencias, hicieron que la decisión fuera operar a Martina en ‘El Materno’.
Acto seguido anulamos el quirófano reservado en Barcelona. Cabe decir que obtuvimos la callada por respuesta y nadie se digno a hacer una llamada o enviar un mail en el que, al menos, acusen recibo de la comunicación.
Llegados a este punto no quedaba más que tener siempre presente y no dudar nunca de que la Dra. de Gálvez es la mejor e incluso única opción de Martina. Esto siempre lo pensamos y lo defendemos. Cerradas de forma definitiva las puertas a más consultas y especialistas ya no nos quedaba más que disfrutar, en la medida de lo posible, de los días de verano y playa; y a eso nos dedicamos. Nuestras mentes precisaban unas vacaciones.
Antes de lo esperado llegó el primer cumpleaños y el verano empezaba a terminar sus días. No había fecha de quirófano pero sí la noticia de que sería al acabar el verano…, con lo cual la fecha no tardaría en conocerse.