Antes de que acabara 2010, Andrea ya hacía días que asistía a la guardería. Martina lo hizo más tarde debido a su recuperación. Una vez incorporadas las dos, fue cuando dimos por cerrado el primer capítulo. Teníamos a nuestras pequeñas haciendo las cosas que deben hacer los niños de su edad y nosotros pudimos seguir con nuestra rutina diaria.
Inmersos ya en cierta normalidad, un día observamos que a Martina le apareció una muy pequeña protuberancia en la punta de su pulgar derecho, esto nos hizo acudir a que la viera su cirujana. Conclusión…, la aguja parece que se ha movido y pretende salir. Pocos días pasaron cuando la aguja empezó a asomar, abriendo de tal forma una vía de infección la cual no tardó en llegar. Antibióticos, vigilancia y en unas semanas verán que hacer.
Cuando acudimos a la consulta el día correspondiente y tras revisar que la infección cedió, que la inflamación desapareció y que la coloración del dedo ya era la normal, la doctora pidió una cizalla a quirófano. En cuestión de segundos cortó el extremo de la aguja, igual que cuando cortamos un trozo de alambre o cable que nos sobra.
Acabado el episodio de la infección, Martina continuó con la rehabilitación dado que es su necesario complemento a la intervención. Y como siempre hay que buscar un hueco para el ocio…, el día de la foto encontramos ese hueco en el zoo.
El camino andado hasta aquí puede parecer en ocasiones ligero, pero la realidad es muy distinta. Para llegar al punto que relatamos son muchos días de trajín en nuestra y en otras ciudades. Varios los especialistas vistos en distintas disciplinas. Innumerables las consultas a las que hemos asistido.
Muchas, muchísimas noches que pasaban en blanco y que no servían más que para dar vueltas a la cabeza. Alguna que otra hora pedida en nuestros respectivos trabajos donde, si bien no nos ponían trabas para asistir a las consultas, siempre nos recordaban muy sutilmente que nos hacían un gran favor y que ningún derecho nos asistía para acudir a las consultas necesarias las veces precisas.
También hubo algún que otro mal momento vivido con Andrea…, los celos hacen su aparición dado que ella no entiende por qué con su hermana hay una atención distinta.
En definitiva y como os podéis figurar lo que aquí leeis no es más que la punta del iceberg.