La distrofia muscular agrupa distintas enfermedades hereditarias caracterizadas por una degeneración de los músculos estriados, responsables de los movimientos voluntarios del cuerpo humano. En todas estas dolencias, las fibras musculares degeneran y son reemplazadas por tejido graso y fibroso, por lo que se produce una atrofia muscular con debilidad progresiva.

Existen varios tipos y se transmiten por herencia variable: ligadas al cromosoma X (distrofia muscular de Duchenne; distrofia muscular de Becker; distrofia muscular de Emery-Dreifuss); autosómicas, esto es, no ligadas al sexo, de carácter recesivo (síndrome de Walker-Warburg; distrofia muscular de cinturas), y autosómicas dominantes (distrofias musculares facioescapulohumeral, distal, ocular y oculofaríngea).