La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa crónica causada por la pérdida de la vaina de mielina (desmielinización) de las neuronas que forman los nervios. Si bien las lesiones y la posterior cicatrización (esclerosis) pueden producirse en cualquier localización del sistema nervioso central, son más frecuentes en los nervios oculares, el cerebro y la médula espinal.
El origen de la enfermedad permanece desconocido, si bien se ha identificado que es el propio sistema inmune quien, ante un estímulo aún desconocido, genera anticuerpos que destruyen la mielina. Los pacientes alternan períodos de buena salud con brotes de la enfermedad, siendo los síntomas más característicos el hormigueo, la debilidad, la falta de coordinación (ataxia), las alteraciones visuales, la rigidez muscular y los trastornos del habla. La evolución de la enfermedad es impredecible, y si bien los brotes son cada vez más frecuentes, no disminuyen la expectativa de vida.