La obesidad es un trastorno crónico caracterizado por una acumulación excesiva de grasa en el tejido adiposo, lo que determina un aumento del peso corporal. Se produce por la combinación de tres factores: una alimentación inadecuada, una práctica insuficiente de ejercicio físico y una regulación metabólica defectuosa.
Los pacientes con obesidad pueden padecer síntomas muy diversos, siendo los más comunes: dificultad para respirar (consecuencia de la presión que el exceso de grasa acumulado bajo el diafragma ejerce sobre los pulmones) que puede interferir gravemente en el sueño (apnea del sueño); trastornos cutáneos (consecuencia de un exceso de sudoración); y problemas ortopédicos, principalmente dolor en el área lumbar.
Los pacientes obesos tienen un riesgo incrementado de fallecer por cualquier enfermedad o lesión (por ejemplo, la incidencia de cáncer o de diabetes y enfermedades cardiovasculares es mayor que en la población no obesa).