El síndrome X frágil es la forma más común de discapacidad intelectual hereditaria. La enfermedad es causada por un gen específico. Normalmente, el gen produce una proteína necesaria para el desarrollo cerebral. Pero un defecto en este gen hace que una persona produzca poco o nada de dicha proteína. Esto resulta en el síntoma de X frágil. Las personas que tienen solamente un pequeño cambio en el gen no tienen síntomas de X frágil. Las personas con cambios mayores pueden tener síntomas severos. Los mismos pueden incluir problemas de inteligencia, que van desde algunos problemas de aprendizaje hasta el discapacidad intelectual grave; problemas emocionales y sociales, como la agresión en los niños o la timidez en las niñas; o problemas con el habla y el lenguaje, especialmente entre los adolescentes masculinos. El X frágil no tiene cura. Es posible tratar algunos síntomas con terapia educativa, de la conducta o física y medicinas. Obtener tratamiento con anticipación para el X frágil puede ser útil.
El programa de radio ?Enfermedades Raras? del 14 de abril de 2016, dirigido y presentado por Antonio G. Armas, ha tratado en profundidad esta dolencia, entre otros temas. El doctor Martínez Salcedo, médico adjunto de la sección de Neuropediatría del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia; Doña Isabel Sánchez, trabajadora social de la asociación D’Genes; y Juan Carrión, presidente de la asociación D’Genes y de FEDER; han intervenido en el programa.
En el espacio, además, también se abordó en qué consiste la labor del trabajador social y qué se debe hacer para llegar a serlo. Para poder acceder al grado universitario de trabajo social hay que terminar bachillerato, hacer la selectividad y, dependiendo la nota de corte de cada universidad, matricularse en esta titulación. También se puede acceder desde un ciclo formativo de grado superior.
La titulación capacita para el ejercicio profesional como trabajador social y faculta para la valoración diagnóstica, el pronóstico, el tratamiento y la prevención y resolución de los problemas sociales, aplicando la metodología específica de la intervención social de caso, familia, grupo y comunidad, y capacitar para planificar, programar, proyectar, aplicar, coordinar y evaluar servicios y políticas sociales.
El Título de Grado en Trabajo Social capacita al alumnado para:
– Trabajar y valorar de manera conjunta con personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades sus necesidades básicas personales y sociales y circunstancias vitales en relación a la adaptación y la integración en el entorno social.
– Planificar, implementar, revisar y evaluar la práctica del trabajo social con personas, familias, grupos, organizaciones, comunidades y con otros profesionales.
– Apoyar a las personas para que sean capaces de manifestar las necesidades de índole personal y social que poseen, facilitando que sus puntos de vista y opiniones sean tenidos en consideración por la sociedad y sus instituciones y en todas aquellas situaciones en las que su bienestar social se vea afectado.
– Actuar en la resolución de las situaciones de riesgo social con todas las personas (usuarios, trabajadores sociales y otros profesionales) procurando en todo momento la prevención de las mismas y su resolución eficaz bajo los principios del código profesional y de respecto a la diversidad, igualdad de oportunidades y libertad personal.
– Administrar y ser responsable, con supervisión y apoyo, de la propia práctica dentro de las organizaciones sociales y colaborar en la resolución de los problemas sociales teniendo en consideración a las diferentes aportaciones realizadas por otros profesionales.
– Demostrar competencia profesional en el ejercicio del trabajo social y capacidad para realizar las diferentes actuaciones de forma ética y considerando en todo momento los Derechos Humanos.
– Analizar situaciones-problema, planificar, desarrollar, ejecutar, revisar y evaluar la práctica del trabajo social con personas, familias, grupos, organizaciones, y comunidades y con otros profesionales.
Un trabajador social debe reunir las siguientes cualidades:
– Ser sensible y tener sentido de la solidaridad.
– Empatía. Saber ponerse en el lugar del otro.
– Habilidad para motivar y animar. Debe ser capaz de motivar a los individuos, grupos y comunidades y promover iniciativas para que se produzca el cambio social.
– Amabilidad, simpatía y buen humor.
– Fortaleza y tenacidad para afrontar obstáculos y dificultades.
– Capacidad para saber escuchar, tener habilidad para crear una relación personal de confianza y comprensión.
– Ser resolutivo para encontrar recursos que ayuden a mejorar la situación del usuario.