Trasplantes

El trasplante de órganos es un procedimiento médico en el que se reemplaza un órgano dañado o enfermo por uno sano, proveniente de un donante. Este tratamiento es fundamental para pacientes con enfermedades crónicas graves que afectan órganos vitales como el corazón, riñones, hígados, pulmones o páncreas.

Aunque salva vidas, los trasplantes implican retos a nivel inmunológico y de salud a largo plazo, ya que el organismo del receptor puede rechazar el órgano trasplantado. Por ello, estas personas deben seguir tratamientos inmunosupresores de por vida para evitar el rechazo, lo que también los hace más vulnerables a infecciones y otras complicaciones.

En España, que es líder mundial en trasplantes gracias a su modelo de donación altruista, más de 4.800 trasplantes se realizan anualmente, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Los órganos más trasplantados son los riñones, seguidos del hígado y el corazón. La calidad de vida de las personas trasplantadas mejora significativamente tras el procedimiento, pero requieren un seguimiento médico continuo.

Las personas trasplantadas pueden desarrollar complicaciones como rechazo agudo o crónico, infecciones oportunistas, hipertensión, diabetes o cánceres secundarios debido a la inmunosupresión. Además, el trasplante no cura la enfermedad de base que afectó al órgano, por lo que pueden persistir algunos riesgos relacionados.