- Esta federación se adhiere a las reivindicaciones de COCEMFE para el tercer sector en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra hoy, 17 de octubre
- Los recortes, nuevas tasas y copagos en sanidad acrecientan la desventaja inicial con que parten los enfermos hepáticos crónicos, entre los cuales muchos presentan secuelas y discapacidad de distintos grados
- FNETH recuerda que una parte importante de los enfermos con hepatitis C han sido infectados en el medio hospitalario y considera lamentable que sea este colectivo el que tenga que asumir los costes de la nefasta situación económica
- La entidad recuerda la necesidad de introducir los nuevos tratamientos para curar la hepatitis C, porque suprimen costes a largo plazo
- Y apuesta por recuperar la universalidad y equidad en el Sistema Nacional de Salud, frente a la discriminación y la desigualdad entre las autonomías que han generado las últimas medidas sanitarias
(Madrid, 17 de octubre de 2013).- La Federación Española de Enfermos Trasplantados y Hepáticos (FNETH), que representa a dieciocho asociaciones de enfermos hepáticos de toda España, se adhiere a las reivindicaciones de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), con motivo del Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre, sobre la necesidad de que se reviertan las duras medidas de austeridad aplicadas de forma generalizada en todo el país y que agudizan la situación de precariedad económica que viven numerosas personas con discapacidad y enfermedades crónicas como la hepatitis C.
Según señala el presidente de COCEMFE, Mario García, «los recortes, nuevas tasas y copagos en ámbitos como los servicios sociales, la sanidad, la autonomía personal y la dependencia, la educación o el empleo han contribuido a acrecentar la situación de desventaja en la que ya nos encontrábamos con respecto al resto de la población, con ingresos un 23% más bajos, con problemas para llegar a final de mes en el 70% de nuestras familias, y con la tasa de empleo 40 puntos por debajo».
«Estos datos se traducen en que las personas con discapacidad presentan unos índices de pobreza que se disparan al compararlos con los del resto de la población, que son también cada vez más alarmantes. Las medidas de austeridad y recortes sociales están impactando de forma muy negativa sobre las personas con discapacidad, y en algunos casos, la disminución de las ayudas está siendo además desfavorecida con el incremento de los pagos que se ve obligado a realizar nuestro colectivo y sus familiares. Esto se suma al sobrecoste al que tiene que tiene que hacer frente para adaptaciones, atención y tratamientos específicos», explica el presidente de la entidad.
Por su parte, el presidente de FNETH, Antonio Bernal, ha explicado que ?la hepatitis C es una enfermedad crónica del hígado que puede conllevar secuelas y distintos grados de discapacidad en función de cuál sea el nivel de afectación de este órgano en el momento del diagnóstico. Por esta razón, muchos enfermos de hepatitis C sufren un grado una discapacidad que les impide mantenerse en la vida laboral y necesitan pedir la incapacidad. Sin embargo, muchos de estos pacientes son jóvenes y no la solicitan porque no tienen suficientes años cotizados?.
Tanto FNETH como COCEMFE consideran injusto e injustificado que las medidas de austeridad recaigan sobre colectivos de personas con enfermedades y discapacidad que, ya de por sí, se encuentran en una situación desfavorecida. ?Hay que tener en cuenta que la hepatitis C es muy prevalente entre la población reclusa y también que hay pacientes coinfectados con el VIH, por lo que sufren una doble discriminación, por ambos aspectos. Pero, sobre todo, en un día como hoy, procede remarcar que la mayoría de los enfermos de hepatitis C se han infectado por una transfusión de sangre en el medio hospitalario y, por lo tanto, es paradójico y totalmente injusto que estos afectados sean obligados a pagar aún más para curarse de una enfermedad?, expone Antonio Bernal.