Las estimaciones señalan que en España hay al menos 150.000 afectados por la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, dolencias que conforman la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), aunque un porcentaje elevado desconoce padecerla. «Al ser procesos que cursan en brotes, el tratamiento precoz es esencial. Esto choca con el hecho de que muchos enfermos no han sido diagnosticados y, consecuentemente, no reciben las medidas terapéuticas adecuadas», comenta a Construyendo Somos Pacientes Ildefonso Pérez Míguez, presidente de la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España (ACCU), organización que aglutina a 9.000 asociados.
«La calidad de vida mejora notablemente cuando el paciente se siente arropado y se identifica con su problema. Por ello, la ayuda mutua prestada por personas que ya han pasado por la misma situación es clave ante unas enfermedades que siguen sumidas en una cierta sombra y que precisan un mejor y mayor conocimiento social», añade el responsable de ACUU, que considera que el movimiento asociativo es un elemento reivindicador de primera línea.