La asociación española de pacientes del corazón, CardioAlianza, y la Fundación AstraZeneca han publicado el informe ‘Best-IC – Mejorando el modelo asistencial de la insuficiencia cardiaca en España‘. El documento se focaliza en analizar cuál es la situación actual en lo que respecta al proceso de diagnóstico, atención y seguimiento de la insuficiencia cardiaca, y cuáles son sus puntos de mejora.

El trabajo ha sido realizado por un comité científico multidisciplinar especializado en este tipo de patologías, y por otro de pacientes vinculados a CardioAlianza. Entre sus miembros se encuentra Josep Comín-Colet, director del Programa de Atención Integrada a la Insuficiencia Cardiaca Comunitaria del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona).

Desde su punto de vista, es necesario asegurar la existencia de programas como el que él dirige en cada área de salud o región sanitaria. Y también mejorar la coordinación y comunicación bidireccional entre el entorno hospitalario y la atención primaria. «Otro aspecto importante es lograr que todos los pacientes tengan garantizado el acceso a programas de rehabilitación cardiaca«, añade.

De hecho, el documento aboga por fomentar medidas de prevención, sobre todo para frenar el ascenso de casos diagnosticados, y también por crear programas educativos dirigidos a empoderar al paciente. Por otra parte, se perfilan modelos de atención integral centrados en el enfermo que han demostrado ser especialmente relevantes en el seguimiento de la fase aguda de la enfermedad, y tras el alta hospitalaria.

Concienciación

Según el texto, la prevalencia de la insuficiencia cardiaca se ha duplicado en todo el mundo en las últimas décadas. En el caso concreto de España es la quinta causa de muerte, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2019. Una mortalidad que afecta más al género femenino, ya que dos de cada tres pacientes fallecidos por esta causa eran mujeres.

«Con este documento queremos concienciar a responsables políticos y gestores sobre la importancia y la magnitud del problema que implica la insuficiencia cardiaca en nuestro país», asegura Tomás Fajardo, presidente de CardioAlianza. En España son casi 780.000 personas las que padecen esta dolencia, una situación que genera un coste cercano a los 2.300 millones de euros anuales.

Entre los pacientes con más riesgo de padecerla encontramos a aquellos con antecedentes de infarto de miocardio, personas que padecen hipertensión arterial, enfermedad coronaria, enfermedad renal crónica (ERC) o diabetes. Y también a aquellos expuestos a sustancias que dañan el corazón, como el alcohol, el tabaco o los tratamientos con quimioterapias cardiotóxicas.

No obstante, según ‘un documento de consenso en el que han participado varias sociedades clínicas vinculadas a esta patología, existe una clara asociación entre la atención multidisciplinar y la reducción de la mortalidad, el descenso de la tasa de reingreso hospitalario y el acortamiento de las estancias en el hospital. El texto indica que dentro de los modelos y programas asistenciales de la insuficiencia cardiaca, es clave la coordinación entre los profesionales sanitarios que están en contacto con el paciente y que suelen ser los especialistas en cardiología, medicina interna, nefrología, urgencias, atención primaria y enfermería.