La Asociación de Familias con Personas del Trastorno del Espectro Autista (AFTEA) celebra este sábado, 10 de marzo, en Cáceres las IV Jornadas ‘Tu mundo es mi mundo… Vamos haciendo, vamos creciendo’, dirigidas a sensibilizar a la sociedad sobre esta diversidad funcional que afecta a uno de cada 150 niños.

Las Jornadas están dirigidas a personas y familiares con Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como a profesionales y estudiantes vinculados al ámbito de la discapacidad y a representantes de entidades públicas y privadas que trabajan en este campo.

Comunicación afectada

Concretamente, el objetivo es, en palabras de Ana Belén Saras, presidenta de AFTEA, “profundizar en el conocimiento de esta diversidad funcional, que afecta principalmente a la capacidad de comunicación de las personas que la padecen, y ayudarles a conseguir una normalización de sus vidas con su inclusión en todos los ámbitos sociales”.

Para ello, las Jornadas, que contarán con la participación de cerca de 250 personas, contemplan cuatro conferencias en las que se tratarán la inclusión educativa, los paradigmas de la comprensión de la enfermedad y el “proceso de duelo que se abre cuando se le diagnostica la enfermedad a un niño”, apunta la presidenta de AFTEA.

Diferentes, no desiguales

Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) “nacen perfectamente y es a los diez o doce meses de edad cuando se encienden las alarmas, dado que hay un parón en su desarrollo normal”, explica Saras. Es en este período cuando se diagnostica el mayor número de casos, “un número, además, cada vez mayor”.

Además, debe tenerse en cuenta que “cada persona es un mundo porque existen muchos tipos y niveles de autismo”. “Son personas con muchas manías, que viven en su mundo. Pero tenemos que ayudarles a comunicarse porque un grito o una rabieta es una llamada de atención y una petición de ayuda”, recuerda la presidenta de AFTEA. “Son diferentes, pero no desiguales”, asegura.

Llegado el momento de la escolarización, los niños deben asistir a colegios “normales” con aulas de integración donde reciban el apoyo de logopedas y expertos. Pero, como denuncia la AFTEA, “en Extremadura, por ejemplo, no existen colegios adaptados específicamente para estos niños”.