Imagen del Diccionario de la Real Academia Española
La Real Academia Española (RAE) cambiará la definición de autismo en su diccionario de 2014. De esta manera responde a la reivindicación de las miles de familias con niños diagnosticados de autismo y de las sociedades científicas que reclamaban la modificación de la actual definición, “incorrecta en sus tres entradas”.

Según la actual definición, el autismo sería un “síndrome infantil caracterizado por la incapacidad congénita de establecer contacto verbal y afectivo con las personas y por la necesidad de mantener absolutamente estable su entorno”. Una definición que, como denuncian las familias agrupadas en diferentes plataformas sociales, entre otras ‘Acciones contra los mitos del autismo’ o ‘autismodiario.org’, resulta ofensiva dados el contacto y la comunicación que mantienen, “de una manera especial”, con sus hijos.

Afectuosos y comunicativos

No en vano, y como recuerda el Dr. Celso Arango, director del Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área de Salud Mental (CIBERSAM), “si a una persona adulta autista se le muere un familiar, quizá no llore, ni muestre melancolía o tristeza, pero puede que deje de dormir bien por la noches o se muestre irritado o agitado porque algo que estaba presente se ha marchado, lo que le genera cierta ansiedad”.

Es más, “un niño con autismo nos puede mostrar su afecto estando tranquilo o jugando de forma repetida con un juguete. Lo que tenemos que hacer es aprender a interpretar sus signos, que están escritos en un lenguaje distinto”, explica este especialista.

Término peyorativo

De la misma manera, el actual diccionario de la RAE establece en una tercera entrada que el autismo es “en psiquiatría, un síntoma esquizofrénico que consiste en referir a la propia persona todo cuanto acontece a su alrededor”. Pero como recuerda Daniel Comín, uno de los padres promotores de la reivindicación, “es falso que sea un síntoma esquizofrénico”.

Además, en su primera entrada, la RAE lo define como “repliegue patológico de la personalidad sobre sí misma”. El resultado es que, a día de hoy, la palabra ‘autismo’ se utiliza de manera peyorativa –como por ejemplo, en el término ‘política autista’–. Sin embargo, “las personas no son autistas, igual que a una persona con cáncer no se le llama cancerosa. La versión actual de la RAE es falsa, y cuando algo es falso, afecta a la calidad de vida de las personas y a su imagen social”, denuncia Comín.

Rectificación

En su nuevo diccionario, la RAE definirá el autismo como “un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación y a la interacción social, caracterizado por patrones de comportamiento restringidos, repetitivos y estereotipados”. Una definición, por tanto, más acorde con la realidad y que no verá la luz hasta 2014. La razón, explican en la RAE, “es que debe ser consensuada con las 21 Academias de la Lengua Española restantes”.

De esta manera, la rectificación es del agrado de la mayoría las familias, que requieren de la RAE que informen en su diccionario online que el término se encuentra en fase de revisión.

– A día de hoy, cuatro asociaciones de pacientes dedicadas al autismo y otros trastornos del desarrollo son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?