Los trastornos psiquiátricos y psicológicos, caso de la depresión, la ansiedad o el trastorno bipolar, favorecen el desarrollo de deterioro cognitivo y, por tanto, aumentan el riesgo de padecer demencia. Así lo han alertado los expertos participantes en el seminario ‘La psiquiatría en la detección y atención a las demencias’, organizado por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer y otras Demencias (CEAFA), miembro de Somos Pacientes.

Como informa CEAFA, “los síntomas psiquiátricos en mayores se asocian a más riesgo de demencia, habiendo hasta un 80% de personas con demencia que los sufren. Y entre los síntomas más presentes en estas enfermedades está la depresión. En este sentido, para ayudar a dar una correcta respuesta a los síntomas de las demencias es importante establecer objetivos claros y emplear protocolos de actuación, evitar las restricciones físicas, considerar alternativas a los medicamentos y recordar que la respuesta terapéutica no siempre es inmediata”.

Cuidadores formados

Los estudios han identificados diferentes factores de riesgo de evolución a demencia asociados a los trastornos mentales graves de larga duración. Unos factores entre los que se encuentra el daño cerebral específico producido por el propio trastorno, que da lugar a un deterioro cognitivo. Y al mismo se suman distintos factores relacionados con el estilo de vida.

Más concretamente, explica el doctor Manuel Martín Carrasco, vicepresidente y coordinador del Grupo de Trabajo de Demencias de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), “el consumo de tabaco y alcohol, el sedentarismo, una socialización empobrecida, así como un bajo nivel educativo y una mala salud somática, influyen de forma significativa en este desarrollo”.

En este contexto, y una vez se presentan los síntomas psiquiátricos no urgentes, la primera intervención debe siempre basarse en el uso de terapias no farmacológicas, relegando el empleo complementario de medicación para casos más graves. Así, refiere el doctor Martín Carrasco, “la psicoterapia es una herramienta muy importante en estos casos, sobre todo en las fases iniciales de las demencias. Sin embargo, en nuestro país hay un déficit en la aplicación de técnicas psicoterapéuticas por la falta de personal con formación adecuada”.

Asimismo, el papel del cuidador es fundamental en todo el proceso de demencia, razón por la que resulta imprescindible y necesaria su educación para que los síntomas psiquiátricos de la enfermedad y la sobrecarga no repercuta directamente sobre la calidad de vida no ya solo del paciente, sino tampoco de la persona cuidadora. Tal es así que “la atención integral a la demencia debe incluir la educación de los cuidadores, ya que es fundamental para el éxito de las intervenciones no farmacológicas”, concluye el vicepresidente de la SEP.

Red de Agentes Activos

El encuentro ‘La psiquiatría en la detección y atención a las demencias’ se enmarca en el proyecto ‘Red de Agentes Activos en la Detección Precoz del Alzhéimer’ de la Confederación, puesto en marcha en 2021 para hacer hincapié en el valor del diagnóstico a tiempo como factor clave para iniciar un abordaje integral de la demencia. No en vano, y entre otros beneficios, este diagnóstico temprano permite iniciar antes los tratamientos, lo que puede contribuir a retrasar la aparición de los síntomas asociados y, con ello, mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares y cuidadores.

Por ello, la Red promueve la creación de alianzas entre las asociaciones de pacientes, las sociedades médicas y otros agentes clave con el objetivo de fomentar la educación de la ciudadanía y la implicación de los profesionales sanitarios para poner en valor la importancia de un diagnóstico precoz.

– A día de hoy, 238 asociaciones de pacientes dedicadas a la enfermedad de Alzheimer son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?