En el año 2020 en Castilla y León había 176.949 personas con discapacidad. Tras la física, la discapacidad por causa de enfermedad mental representa el 16,9% del total. En el año 2020, según datos de la Gerencia de Servicios Sociales, en la región se contabilizaban 29.926 personas con certificado de discapacidad por causa de una enfermedad mental, de las que el 49,8% eran mujeres (14.908). Una de cada dos vive en el ámbito rural.

Este último grupo de mujeres presenta una desventaja múltiple, que implica la necesidad de superar las dificultades que se relacionan con al menos cuatro factores de riesgo de discriminación: género, discapacidad, salud mental y ruralidad. 

El Proyecto Julia: mujeres rurales y salud mental pretende promover la autonomía, el empoderamiento y fortalecer una identidad positiva de las mujeres con problemas de salud mental y/o con discapacidad por causa de enfermedad mental, con el fin de prevenir situaciones de vulneración de derechos, a través de talleres desarrollados en el ámbito rural de Castilla y León.

La iniciativa pretende que las mujeres pasen de la posición de receptoras a la de agentes transformadoras de su propia realidad y del contexto donde se ubican. Para lograrlo, aplica una metodología activa y participativa en la que se fomenta el protagonismo de cada participante, complementada con una metodología cooperativa, basada en la idea de trabajo grupal que integra los valores de solidaridad y de interrelación.

El Proyecto Julia pretende mejorar la situación de estas mujeres, ofreciéndoles redes de apoyo que permitan reducir y prevenir la posibilidad de sufrir violencia de género, así como concienciar sobre una realidad muchas veces silenciada, con especial atención a las que viven en el medio rural, más vulnerables ante esta situación y con menores recursos de apoyo.

Para lograr estos objetivos se imparten talleres presenciales con una duración mínima de 25 horas. La estructura de los talleres se basa en 5 módulos, siguiendo la temática del acrónimo JULIA: J (Juntas), U (Únicas), L (Libres), I (Independientes) y A (Activas). Entre los objetivos específicos de la iniciativa destacan: crear oportunidades para el desarrollo personal y social de las mujeres rurales con problemas de salud mental; capacitar a las mujeres para el análisis crítico de las desigualdades relacionadas con el género, la discapacidad y la salud mental; fortalecer los recursos de protección y prevención de la exclusión social y la violencia de género favoreciendo la creación de redes de apoyo; formar e informar a las mujeres en cuanto a recursos, redes o iniciativas de ayuda en el ámbito en el que residan; dar visibilidad a la realidad de las mujeres con problemas de salud mental y la problemática asociada a situaciones de violencia de género; formar a profesionales y facilitadores en un modelo de formación de redes y empoderamiento de mujeres con problemas de salud mental en el ámbito rural, ofreciendo instrumentos para su aplicación en los contextos de su ámbito de intervención, bajo el modelo JULIA; dotar de herramientas prácticas de intervención grupal para la creación de redes y de empoderamiento de mujeres rurales con problemas de salud mental tanto a las mujeres con problemas de salud mental como a los/as profesionales que las acompañan; contribuir al conocimiento y al desarrollo de los derechos humanos, a la igualdad de oportunidades y al empoderamiento de las mujeres rurales con problemas de salud mental, y desarrollar un compromiso profesional, ético y social, mostrando sensibilidad hacia las realidades de las mujeres con problemas de salud mental y el medio rural.