En los últimos años se ha producido una mejora en la actitud de la población española hacia las personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Concretamente, el porcentaje de españoles que en 2012 se sentían incómodos ante las personas con VIH y que, en consecuencia, evitaban su contacto, resultó significativamente menor al observado en 2008. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SEISIDA), miembro de Somos Pacientes, y de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y publicado en la revista AIDS Care: Psychological and Socio-medical Aspects of AIDS/HIV.
En palabras de la doctora María José Fuster, gerente de SEISIDA y directora de la investigación, “el grado de incomodidad ante una persona con VIH, la intención de evitar el contacto con ellas y los sentimientos negativos hacia el colectivo han descendido de forma significativa en estos cuatro años”.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. El porcentaje de españoles que, aún en 2012, manifestaban sentimientos de rechazo hacia el colectivo de personas con VIH todavía resultaba demasiado elevado. Y asimismo, también se observó la persistencia de algunas de las creencias erróneas sobre la transmisión del virus.
Actitud más positiva
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores realizaron 1.619 entrevistas telefónicas para evaluar los diferentes grados del estigma hacia las personas con VIH y compararon los resultados con los alcanzados en 2008 con el mismo cuestionario.
Los resultados muestran una tendencia positiva. Y asimismo, algunos indicadores ciertamente preocupantes. Como lamenta la doctora Fuster, “un 49% de la población admitió, en 2012, que se sentiría incómodo si un compañero de colegio de su hijo tuviese VIH. Además, casi un 39% de los encuestados declararon sentirse incómodos si un compañero de trabajo lo tuviera, y un 29% intentaría evitar el contacto con estas personas en la vida cotidiana. Y estos porcentajes se traducen en millones de ciudadanos que tienen algún prejuicio”.
Sea como fuere, la evolución global es positiva, lo que podría obedecer, en opinión de los autores, a la puesta en marcha de diferentes políticas públicas para eliminar el estigma y la discriminación hacia las personas con VIH.
Como recuerda la doctora Fuster, “en España se introdujo esta línea de actuación en el plan multisectorial del sida y, durante años, ha habido diferentes intervenciones de ONG y de instituciones dirigidas a este objetivo, aunque ahora, con los presupuestos recortados, han disminuido”.
Persisten las creencias erróneas
Por otra parte, el trabajo también revela actitudes negativas frente a la infección, caso de las creencias erróneas sobre las vías de transmisión.
Como apunta la doctora Fuster, “el porcentaje de personas que sigue pensando que el VIH se puede transmitir por compartir un vaso o porque una persona con la infección tosa o estornude cerca de ti no ha variado desde 2008”.
Y en la misma línea, el porcentaje de encuestados que culpabiliza a las personas con VIH por haberlo contraído por vía sexual o tomar drogas tampoco ha experimentado ninguna variación.
Tal es así que, “los datos nos llevan a pensar que las expresiones de estigma podrían aumentar en el futuro”, alertan los autores, que ya han programado repetir el estudio en 2016 para analizar la evolución de la percepción de los españoles hacia el colectivo con VIH/sida.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘AIDS Care: Psychological and Socio-medical Aspects of AIDS/HIV’?
– A día de hoy, 24 asociaciones de pacientes dedicadas al VIH/sida son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?