Las personas con parálisis cerebral presentan una postura corporal anómala, con una cierta tendencia a dejar caer el cráneo hacia delante, hacia atrás o hacia uno de los lados. Maximizar el control del cráneo para mejorar la postura de la cabeza o reducir estas anomalías es importante por razones funcionales y para corregir algunas condiciones secundarias relacionadas con la salud y la interacción social.
Ahora, un estudio observacional, denominado ENLAZA, iniciado en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid y continuado en el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle, concluye que el uso terapéutico de videojuegos dinámicos proporciona resultados positivos en cuanto a la mejora del equilibrio, el control motor y el rango de movimiento a nivel cervical y son una herramienta de gran interés para aumentar la adherencia al tratamiento y la participación social.
Motivación y adherencia
Entre las ventajas de la inclusión de videojuegos en el tratamiento habitual están el bajo coste de las consolas comerciales, la posibilidad de realizar repeticiones de tareas de manera funcional, sensibilidad mejorada a través de estímulos visuales, auditivos y en ocasiones táctiles, y sobre todo el valor añadido de la motivación sobre el aprendizaje motor de los niños.
Poder jugar desde el domicilio y sin supervisión también fomenta que la familia esté más integrada con el niño, pudiendo pasar más tiempo de ocio juntos. Sin embargo, como señala el doctor Sergio Lerma, investigador principal del estudio,“aunque el videojuego se puede usar desde casa sin supervisión, siempre debe estar monitorizado por un profesional, alineado con los objetivos buscados en su terapia habitual”.
Además, Lerma advierte de que “los videojuegos no pueden sustituir a las terapias convencionales actuales, pero estas terapias sí podrían verse beneficiadas por su introducción gracias a su efecto motivacional. Teniendo siempre en cuenta la edad como factor influyente en los resultados de esta adherencia a los juegos”.
Juego, felicidad y desarrollo
Los niños y adolescentes con parálisis cerebral presentan niveles más bajos de participación social en las actividades de ocio. Según la Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF), “la participación es un factor esencial que se desarrolla a través de la movilidad, el juego y la interacción social”. La psicóloga con parálisis cerebral Claudia Tecglen, presidenta de Convives con Espasticidad, miembro de Somos Pacientes, recuerda que “el juego es clave para la felicidad y el desarrollo de los niños”.
La parálisis cerebral se considera una de las causas más comunes de discapacidad infantil, con una prevalencia de 1,5 a 2,5 por cada 1.000 niños nacidos en Europa. En España hay 81.400 personas con parálisis cerebral.
Esta investigación ha sido realizada bajo el amparo de la Cátedra CINTAS de la Ramon Molinas Foundation gracias al trabajo de profesores del CSEU La Salle y en colaboración con la asociación Convives con Espasticidad.
– A día de hoy, 95 asociaciones de pacientes dedicadas a la discapacidad y a la dependencia son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?