Debido a su incidencia y a las consecuencias que tiene a largo plazo, el cáncer de piel es una patología que preocupa enormemente a profesionales sanitarios, instituciones de salud pública y la sociedad en general. Esta preocupación es aún más relevante en el caso de los jóvenes, ya que tienen una mayor exposición al sol debido a su estilo de vida activo al aire libre y a la tendencia a buscar bronceados, lo que aumenta su riesgo de desarrollar esta enfermedad. Además, los jóvenes suelen subestimar los riesgos asociados con la exposición al sol y son menos propensos a adoptar medidas preventivas adecuadas.

Así lo acaba de revelar el ‘Estudio SAFE’ (Sunscreen Assessment Family Experience), elaborado por Pierre Fabre y Eau Thermale Avène y en el que han participado más de 50.000 personas de entre 16 y 54 años de 20 países, incluido España. Según sus conclusiones, sólo el 21 por ciento de los jóvenes considera prioritario protegerse del sol para evitar un cáncer de piel, aunque el 40 por ciento reconoce que les preocupa padecerlo.

De hecho, el 52 por ciento de los jóvenes asegura que se aplica protección para evitar una quemadura solar y el 40 por ciento para frenar el envejecimiento acelerado de la piel. Sin embargo, se ha demostrado que protegerse del sol ayuda a prevenir el cáncer de piel, uno de los tres tumores más frecuentes entre los jóvenes europeos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, el trabajo ha evidenciado que sólo el 59 por ciento de los adultos protege a los niños del sol y menos del 25 por ciento les reaplica protección solar cada dos horas. Las principales razones para no reaplicarse el fotoprotector cada dos horas, como así lo aconsejan los dermatólogos y organismos oficiales, es debido a la pereza que da aplicarlo o al precio de los productos de protección solar.

Estas cifras pueden ser aún más alarmantes si se tiene en cuenta que entre el 50 y el 80 por ciento de la exposición solar acumulada se produce durante la primera infancia, y que la sobreexposición al sol es una de las principales causas de aparición de alguno de los diferentes tipos de cáncer de piel que existen, entre los que se encuentra el melanoma. «El antecedente de haber sufrido quemaduras solares durante la infancia es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel como el melanoma», ha advertido la medical advisor de Pierre Fabre Dermocosmética, Alba Crespo.

Sin embargo, y según los datos obtenidos en España, el 74 por ciento de los niños y el 79 por ciento de los adultos se exponen al sol en las horas de mayor radiación, entre las 11.00 horas y las 17.00 horas; y el 57 por ciento usa el fotoprotector restante del año pasado a pesar de que puede haber perdido eficacia.

Además, el trabajo ha evidenciado que el 70 por ciento de los adultos aplica a los niños el fotoprotector cada vez que salen a la calle, independientemente del tiempo que haga; y sólo el 29 por ciento se lo pone durante las horas en las que la exposición del sol es la más intensa y, por tanto, la más dañina.

«El conocimiento de la población ha aumentado en los últimos años, pero queda mucho por mejorar y recorrer. Es responsabilidad de todos nosotros, profesionales sanitarios e industria farmacéutica hacer llegar a la población general la mejor información y productos posibles para concienciarles sobre la importancia que tiene protegerse adecuadamente de la radiación solar», ha añadido Crespo.