En torno a un 5% de los niños de 6 a 11 años de edad, un alumno de cada aula más o menos si se considera la media por clase, padece el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH). El dato, presentado en el marco del Congreso anual de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) celebrado en Santander, deriva de los resultados alcanzados a lo largo de ocho meses  a través del empleo del sistema AULA Nesplora en más de 3.500 casos de TDAH en todo el mundo.

El sistema AULA, como ya publicó Somos Pacientes el pasado 13 de marzo, permite a los profesionales clínicos una medida objetiva de los principales síntomas del TDAH. Todo ello en menos de 20 minutos y con una sensibilidad y utilidad confirmada en más del 90% de los casos.

Como apunta el Dr. Miguel Rufo, neurólogo infantil del Instituto Hispalense de Pediatría, «es importante que las familias conozcan la existencia del AULA Nesplora y que los profesionales sanitarios aprendan el sencillo manejo de este sistema».

AULA Nesplora

El sistema AULA Nesplora, primer test virtual para el diagnóstico del TDAH, es percibido por el paciente como un juego que contempla a través de unas gafas 3D con sensor de movimiento, en el que el niño debe realizar una tarea mientras se presentan diferentes estímulos tópicos que inducen a la distracción en el aula escolar.

El test posibilita la evaluación de los factores que determinan el diagnóstico del TDAH, caso de la atención sostenida, la atención dividida auditiva y visual, la impulsividad, la hiperactividad, la tendencia a la distracción y la velocidad de procesamiento.

Así, los niños que padecen este trastorno muestran mayor inmadurez en las funciones asociadas al lóbulo frontal. Como explica el Dr. Manuel Fernández, director médico del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica, «estos pacientes padecen mayor fatiga al realizar todas las tareas que requieren atención sostenida, y tienen más dificultades que el resto de niños de su edad para regular su atención y para resistir la distracción ante estímulos irrelevantes».

La detección temprana, imprescindible

El resultado, como refiere el Dr. Rufo, «es que estos niños tienen problemas para controlar su conducta y sus impulsos, lo que suele derivar en peores resultados académicos«. Sin embargo, el diagnóstico de TDAH suele retrasarse meses o años e, incluso, suele llegar a considerarse un problema de actitud. De ahí la importancia de su diagnóstico precoz: como concluye un estudio publicado en la revista Health Quality Life Outcomes y realizado con 108 pacientes de Europa y Estados Unidos, «la detección temprana y el tratamiento resulta imprescindible y no está limitado a ciertos países o entornos socioeconómicos».

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en ‘Health Quality Life Outcomes’?