Además, según explica el Dr. Diego García-Borreguero, presidente de la Sociedad Española del Sueño, “el riesgo de hipertensión arterial también se ve incrementado, en este caso 1,5 veces, mientras que la probabilidad de padecer enfermedades cerebrovasculares, diabetes u obesidad es asimismo mayor”.
Enfermedad de Willis-Ekbom
El SPI es un trastorno neurológico caracterizado por una necesidad imperiosa de mover las piernas, acompañada frecuentemente por sensaciones molestas en situaciones de reposo, sobre todo por la tarde y por la noche, por lo que genera dificultades para conciliar y mantener el sueño. Según las últimas estimaciones, afecta a cerca del 3% de la población de nuestro país, especialmente a mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años.
El problema con respecto a su tratamiento es que, frente a las complicaciones a largo plazo asociadas con la enfermedad y según opinan los expertos, los estudios llevados a cabo con los nuevos agentes farmacológicos se han basado en períodos de tratamiento excesivamente cortos.
Como lamenta el Dr. García-Borreguero, “existe una contradicción entre la existencia de una enfermedad con importantes riesgos sobre la salud a largo plazo y que requiere de terapia farmacológica crónica en el 70% de los casos, y el hecho de que los estudios realizados sobre tratamiento, en su inmensa mayoría, están realizados sobre períodos muy breves”.
– La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI) ya es miembro de Somos Pacientes, ¿y tu asociación?