En palabras del Dr. Abrar Qureshi, de la Facultad de Medicina de Harvard (EE.UU.) e investigador principal del estudio, “nuestros resultados no muestran que fumar cause psoriasis, pero sí que incrementa la posibilidad de que se desarrolle”. Algunos estudios previos ya habían sugerido que los fumadores son más vulnerables a desarrollar psoriasis, posiblemente porque el tabaco puede alterar la actividad inmune y los mecanismos de inflamación.
Riesgo duplicado
Los investigadores analizaron los datos de tres grandes estudios a largo plazo en los que se siguieron a cerca 186.000 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 12 y los 20 años. De los mismos, 2.410 desarrollaron psoriasis.
Las personas que eran fumadoras cuando comenzó el estudio tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar psoriasis. Además, las personas que habían dejado el tabaco tenían un riesgo hasta un 39% mayor de desarrollar la enfermedad que aquellas que nunca habían fumado.
Los resultados fueron completamente independientes de otros factores que, como la obesidad o el consumo abusivo de alcohol, se han vinculado claramente con el desarrollo de la psoriasis.
El tabaco, aún más nocivo
Hay que tener en cuenta que, como apuntan los autores, “nuestro descubrimiento no muestra directamente si dejar de fumar podría ayudar a los pacientes que ya tienen psoriasis”.
Sin embargo, y dado que, por una parte, los pacientes con psoriasis presentan un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y, por otra, que fumar es el principal factor de riesgo para el desarrollo de estas enfermedades, “dejar el tabaco parece especialmente importante para los pacientes con psoriasis”, concluye el Dr. Qureshi.
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